Tercera y última jornada con “El pintor de Batallas”
Por la Dra. María Fidalgo Casares.
Con una profunda satisfacción, cerramos estas jornadas con “el Pintor de Batallas” Augusto Ferrer-Dalmau . Se ha desvelado el misterio y el lienzo ha sido concluido. Estamos ante “La Degollá”
Durante este verano, hemos publicado en ABC el proceso de ejecución del lienzo La Degollá, algo completamente inusual y que tuvo un enorme seguimiento en las redes, ya que se pudo ver de primera mano y casi “a tiempo real” todos los bocetos y dibujos que el artista iba realizando y que fue incorporando, con más o menos variaciones y de forma progresiva, a la escena final.
Estos artículos generaron una gran expectación y los lectores de ABC se sintieron involucrados en el proceso creativo como nunca antes se había visto. Esto se sumó al hecho de que el artista quiso guardar hasta el final el anonimato de la batalla que iba a plasmar, lo que desencadenó todo tipo de cábalas.
Por fin, el con el cuadro ya terminado, y a punto de ser embalado para exhibirse en su presentación, tenemos la suerte de visitar de nuevo el estudio del artista y poder contemplarlo y fotografiarlo para los lectores. Hoy hay algo que le diferencia de nuestras anteriores visitas. Pese a su exquisita amabilidad, el dolor y la sombra de inquietud por su Cataluña natal gravita en su semblante… no en vano, estamos ante un catalán con siglos de catalanidad en sus genes y que ha defendido el ser español contra viento y marea, tanto es así, que estos días y sin él incluso saberlo, sus cuadros han volado por la red como regio fondo de consignas espontáneas de diferentes colectivos, como muestra adhesión a la españolidad de Cataluña.
Nos comenta que tiene los teléfonos y la mensajería colapsada. Estaba con nosotros físicamente, pero su mente y corazón estaban en Cataluña. Hoy prescindimos del cordial intercambio de opiniones de anteriores ocasiones y nos limitamos a permanecer al margen y centramos en la contemplación y el análisis de la obra.
Sabíamos que estábamos ante una gran producción, pero el resultado final nos asombra, casi tanto o incluso más que si no hubiéramos tenido acceso a los prolegómenos, porque nos produce el firme convencimiento que estamos ante el que será uno de sus cuadros míticos. Reúne una conjunción de valores que lo distinguirán como tal: imbatible excelencia técnica, ingente potencia visual, interactuación sensitiva con el espectador y esas ambivalencias de épica y romanticismo, academicismo y modernidad tan exclusivas del ” Estilo Ferrer-Dalmau” que en la “Degollá” se muestran en grado superlativo.
El episodio histórico
Cualquier escena pintada por Ferrer-Dalmau se convierte en patrimonio iconográfico de la Historia de España, porque supone una gran revalorización de los episodios que elige… He sido testigo de primera mano de “peticiones del oyente ” que le hacen por todos los medios, incluso por la calle, para sugerirle, episodios, batallas y personajes.. y en este caso ha sido Extremadura la comunidad privilegiada en ser la elegida ¿la razón? ¿?
Con esa tendencia romántica que caracteriza a Ferrer-Dalmau de recuperar episodios heroicos poco conocidos, se ha centrado en una batalla: “La Degollá” así se conoce esta victoria que tuvo lugar en Miajadas, en marzo de 1809 en un pequeño pueblo de Cáceres, donde se demostró la fiereza y bravura de los Dragones de Almansa frente al X de cazadores francés .
Análisis artístico de la escena
En esta escena, el artista ha prescindido de uno sus ases, para realizar sus obras “emblematicas”: el horizonte. Poco valorado por el gran público, que se obnubila por la potencia de su figuración, el paisaje es crucial en los lienzos de Augusto, les imprime una carga existencial y emocional difícil de definir. Sin embargo en “La Degollá” el paisaje es inexistente. Obviar un escenario definido le da el valor añadido de que la escena puede extrapolarse a cualquier guerra y cualquier lugar, pero el foco queda centrado con exclusividad en la figuración. En este caso una carga de Caballería de casi una veintena de jinetes, algunos perfectamente definidos, otros atisbados entre el polvo en suspensión y apenas esbozados. Todos espléndidos , plasmados con una desmesurada complejidad técnica en disposición y actitudes, tanta que podríamos calificarla de todo un “ejercicio de virtuosismo” .
Sin personalidades destacadas, los soldados, este puñado de dragones al mando de Henestrosa serán los únicos responsables de la victoria en esta pequeña batalla de Miajadas, poco más que una escaramuza pero que se convierte en un emblema de la caballería española.
Un cielo encapotado que le impide jugar con las sombras- apenas se abre un claro -. Las gamas terrosas y azules del cielo articulan un excepcional fresco de nubes y partículas en suspensión que desdibujan las siluetas de los jinetes que suceden a los del primer término, un lecho de polvo provocado por el galope imperioso de la caballería… Los puntos calientes encarnados se distribuyen a cuentagotas en una composición prácticamente lineal, algo muy poco habitual en Ferrer-Dalmau, pero que el autor elige de forma consciente para acentuar un “ efecto avalancha” y donde dominan como siempre como siempre – resabio del paisajismo catalán- la gama cromática de ocres, tierras y negros.
La potente vistosidad de casacas, uniformidad y armamento así como de de los magníficos ejemplares ecuestres pasa a un segundo plano, supeditados a la fiereza y bravura que exhiben los dragones, tanto soldados como caballos que miran retantes al espectador con arrogancia. Con soberbia pictórica, Augusto ha huído de individualidades y ha cedido el primer término a un enemigo al que sitúa de espaldas. La grupa de su caballo se muestra insultantemente hermosa y deja ver al espectador todos los aperos de su montura definiéndolos, como es habitual, con minuciosidad preciosista, recortando ante el suelo pedregoso, que pinta rozando el hiperrealismo y que es uno de los ítems de sus producciónes
El espectador que no puede permanecer ajeno a lo que sucede ante sus ojos, quedando atrapado por la escena, y pese a la empatía que puedan transmitirle los soldados del bando compatriota, físicamente se siente arrollado por ellos y conmovido por la magnificencia de la obra de arte
Ferrer- Dalmau y la mirada del soldado
Hemos comentado en muchas ocasiones que pese a que los poco entendidos en Historia del arte le tilden de excesivamente académico, hay algo que le diferencia por completo de los pintores del XIX que plasmaban las guerras como eran escenas de salón o que dejaban al espectador observando desde el patio de butacas. Augusto- algo que también consiguió Goya en sus Fusilamientos y la Carga de los Mamelucos- tiene la mirada moderna de reportero de guerra que consigue que el espectador se convierta en partícipe de la contienda y que no sienta que la observa desde fuera sino que la está viviendo , en este caso literalmente “ a los pies de los caballos” y al que sobrecoge el cuerpo pisoteado de un soldado pintado en un violento escorzo El pintor, más que una mirada periodística, prefiere pensar que su visión es una mirada de soldado, y que él al pintar se convierte en uno más… No los retrata , se transmuta con sus pinceles en uno más de ellos. Eso es modernidad, toda una perfomance visual y emocional .
Con respecto a los cuadros como documento histórico, lo hemos valorado en numerosas ocasiones, pero no está de más recordar el rigor en la ambientación, uniformidad y armamento que exhibe “La Degollá” para lo que ha contado en este caso con Luis Sorando y siempre también presente el toque de su amigo Arturo Pérez-Reverte, que, espectador de lujo de sus creaciones siempre tiene algo que aportar y Augusto toma buena nota de sus observaciones.
Presentación en Sevilla
Apenas quedan unos días para la presentación del esperado cuadro “La Degollá” en el Real Círculo de Labradores de Sevilla, que constituirá uno de los actos más esperados y brillantes de la temporada. El cuadro podrá visitarse libremente desde el 12 hasta el día 20 . La exhibición tendrá como gran novedad la particularidad que el lienzo podrá contemplarse junto a todos los bocetos que ejecutó para su composición y así participar por primera vez del proceso de creación artística del pintor.
El haber elegido Sevilla para la presentación de su último cuadro, es un homenaje de Ferrer-Dalmau a la ciudad por haberle nombrado académico de Bellas Artes. Aunque Augusto ha sido recientemente galardonado con la Orden al mérito Militar, que es la más alta condecoración militar que puede otorgarse a un civil, la distinción académica sevillana es la más elevada que se puede conceder a un pintor.
La expectación sobre “La Degollá” en Andalucía ha sido tal, que se hará una nueva presentación en Málaga el día 25 de Octubre, para que pueda contemplarse el cuadro, justo antes que el lienzo salga a Londres, su destino final.
ArteOtros temas
