Obscuritas cuyo significado del latín es oscuridad, esa falta de luz para percibir las cosas. Lugar sin luz. Falta de claridad en lo escrito o en lo hablado a lo que nos exponemos en múltiples ocasiones. Necesitamos luz en la oscuridad. Luz literaria que aporte a nuestras lecturas placer y conocimiento y eso es lo que podemos obtener de la última novela del escritor sueco David Lagercrantz (Estocolmo, 59 años), Obscuritas (Destino).
Después de ser el autor del libro más vendido en la historia sueca, con la biografía de Zlatan Ibrahimovic, Soy Zlatan. Se le encargó continuar con la saga más famosas del mundo creada por el malogrado Stieg Larsson en 2005 y publicada en más de cincuenta países, con más de cien millones de lectores en todo el mundo, la serie Millennium, que iniciaba su andadura con Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire, y continuada por Lagercrantz con las novelas Lo que no te mata te hace más fuerte, El hombre que perseguía su sombra y La chica que vivió dos veces, sigue siendo uno de los fenómenos literarios más importantes de todos los tiempos.
Ahora con Obscuritas, Lagercrantz comienza a dar vida a Rekke & Vargas con su primer caso. Dos personajes opuestos que se encuentran en el camino de forma fortuita y que a medida que avanza la historia ambos se necesitan en un presente convulso e intrigante y para un futuro algo incierto.
La historia se sitúa en el verano de 2003 cuando Irak acaba de ser invadido por Estados Unidos. En Estocolmo, un árbitro de fútbol con raíces afganas es encontrado muerto a golpes. El temperamental Giuseppe Costa, también padre de uno de los jugadores, es arrestado por el asesinato en lo que parece ser un caso muy claro. Pero Costa insiste en que es inocente y el jefe de policía decide consultar al profesor Hans Rekke, un experto de renombre mundial en técnicas de interrogatorio. Si hay alguien que puede romper a Costa, es él.
Pero nada sale como la policía espera. En un vertiginoso despliegue de razón, descarta por completo la investigación preliminar, y poco después todo el caso se desmorona. Costa es liberado y la policía de repente se encuentra sin pistas. Solo Micaela Vargas, una joven policía local de Husby, a quien se le ha permitido entrar en la investigación, se niega a dejar las cosas como están. Entonces Rekke y Vargas se reencuentran, en circunstancias algo dramáticas y así esta extraña pareja decide ir a resolver el caso que parece cada vez más un acertijo en donde se encuentran preguntas como: ¿Qué clase de hombre era el árbitro? ¿Es víctima o verdugo?
En definitiva, Obscuritas es un libro ingenioso y emocionante donde nada es lo que parece. El misterio en sí, que al principio parecía un simple asesinato impulsivo de un entrenador de fútbol, se convierte en un enredo internacional con los talibanes, la CIA. Vargas, está lejos de ser una Lisbeth Salander pero el artista de personajes Lagercrantz, presenta al profesor de psicología Rekke como una especie de versión no psicótica (pero con gran bipolaridad) de gran erudito en todo aquello en lo que actúa, salpicando con frases en latín a su alrededor, puede revelar mucho sobre una persona al comprender los pequeños detalles, y sientiendo una extraña atracción por sus ojos azul claro y su físico musculoso.
De ritmo elegante, hábilmente ejecutado y apropiadamente emocionante. Lagercrantz ha escrito una excelente novela policiaca, en la que trabaja una situación interesante y la deja en el aire para seguir otra que no tiene nada que ver, rechazando los efectos dramáticos para llegar a ese clímax misterioso. La descripción del carácter de cada personaje, de lo que le rodea o de la atmósfera, hace que el lector mantenga toda su atención durante cada una de sus páginas. Una ficción que utiliza la vida como material de referencia para crear dos modelos ingeniosos y que a la larga sean genuinos como los de Rekke y Vargas.
«Sed a libris te obscuritas reiecit» [Pero la oscuridad te alejó de los libros], escribió Cicerón. Con Lagercrantz, esto no se cumple. Su obra, sí, te acerca a la oscuridad, pero a la del ser humano, iluminando con su prosa y su ingenio literario un enfoque de la novela policiaca atractivo, entretenido y elocuente, que deja al lector con ganas de saber más sobre el nuevo dúo Rekke y Vargas.
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