La guerra en un solo acto

Una guerra ordinaria implica que se enfrenten dos partes, de las cuales, cada una de ellas se suele encontrar -en principio- totalmente unida frente a esa lucha que se ha iniciado. En la Guerra Civil Española, cada uno de los lados tenía en sus filas una similar desintegración y anarquía y contenía tantos enemigos como seguidores.

La guerra civil dividió el país en dos y es obvio que no podían ser muy diferentes dichos bandos, pues el conflicto no era entre dos partes geográficas con costumbres diversas, siendo más un cisma interno de conciencia, hasta el punto de que esa escisión se produjo incluso dentro de las familias, en cada uno de los pueblos o en las ciudades a lo largo y ancho del país. Familias separadas por su localización geográfica, familias desintegradas por los asesinatos y las ejecuciones que se realizaban en ambos bandos, y a lo largo de la contienda todavía se encontraban mezcladas las gentes de un bando y otro, habiendo millones de nacionales en los territorios controlados por los republicanos y viceversa.

Cualquier solución a la que se llegase a través de una victoria implicaría el sometimiento forzoso de aproximadamente la mitad de la población; sin embargo, una solución basada en la tolerancia mutua y en concesiones fanáticas existentes, fortalecidas por el apoyo moral y militar que ambos bandos encontraron en países extranjeros, como bien hemos visto, no se produjo.

Escribe José Castillejo (1877-1945), jurista y pedagogo, alumno y luego profesor de la que fue Institución Libre de Enseñanza, que «la envidia, el rencor, la codicia, la perversidad y la crueldad aparecieron por doquier, codo con codo con la generosidad, el valor, el sentido del deber y una cruzada en busca de un país nuevo y mejor. Pero la guerra civil hizo casi imposible discriminar. Ambos lados tuvieron que aceptar combatientes y aliados dejando de lado los escrúpulos de sus valores morales».

Añadiría la venganza, como la retratan David Muñoz (Madrid, 1968) y Andrés G. Leiva (Córdoba, 1969) en el cómic 15 (Astiberri). Una obra sugerente y cargada de dramatismo en la que la soledad y la venganza por perder a alguien muy cercano, hace que una persona se transforme sin importar las consecuencias y sin importar la edad.

Los autores nos trasladan a la Plaza de Chamberí en Madrid en el año 1938. La capital sigue bajo control republicano, pero durante una madrugada cualquiera, en esa calma tensa de una guerra, las balas de un francotirador empiezan a salir de su fusil para acabar con la vida de varios milicianos. Pocas horas después, el capitán republicano Matías y los suyos, descubren que el asesino ha sido un chaval de 15 años que desde una ventana, se ha empeñado en vengar la muerte de su hermano falangista. Encerrado en la vivienda desde la que ha disparado, algunos de los compañeros de Matías quieren subir a por él y matarlo, pero el capitán desea darle una oportunidad. Sin embargo, el chico se niega a rendirse. No tiene miedo a la muerte. Porque el único momento en el que no se tiene miedo a morir… es cuando casi no se ha vivido.

15 es una historia de la guerra civil basada en un hecho real. Una de las muchas historias que se puede uno encontrar en una guerra. Un cómic que refleja de forma trepidante el lado de aquellos que son atacados pero que no pierden la compostura en ningún momento, gracias a un capitán como Matías, por lo que no hay más muertes hasta que se decide subir a por el chico, dando un giro la trama que al lector le sorprenderá. Todo pasa muy rápido, como las balas de ese joven francotirador, como si todo ocurriese en su solo acto teatral, por lo que no deja descanso al lector que queda atrapado en la narrativa tanto visual como escrita.

El guión de David Muñoz tiene la fuerza y la desenvoltura necesaria para crear una obra contundente sobre un hecho de guerra, como muchos otros, dramático. Además, el guionista madrileño ya hizo una magnífica incursión en la trama histórica de la guerra civil con Sordo (Astiberri), junto a Rayco Pulido. En 15 enlaza a la perfección con el trazo expresivo de G. Leiva, construyendo un relato gráfico de peso, que con el blanco y negro describen unos personajes y un paisaje urbano madrileño histórico en el que la tensión y la lucha por la vida, por sobrevivir, es al fin y al cabo lo que realmente importa.

15 // David Muñoz y Andrés G. Leiva // Astiberri // 2021 // 16 euros