Éxodo es una palabra que define la emigración de un pueblo o de una muchedumbre de personas. Pero ¿cuál es la causa de este efecto? Principalmente se da por una catástrofe, ya sea originada por la naturaleza, en la que no queda más remedio que aceptarlo o, por la que es provocada por la mano del hombre. En este caso, la guerra es el principal motivo, aunque también está el hambre que puede pasar un pueblo provocado por la dictadura de los dirigentes de cualquier clase e ideología. La guerra obliga al ser humano, si quiere sobrevivir, a salir en busca de un territorio en paz y próspero. Esto ha ocurrido, seguirá pasando y está pasando actualmente con la avalancha de refugiados que vienen o intentan llegar a una “tierra prometida” como Europa.
Millones de personas anónimas han sufrido esta causa, otros tantos sufrieron el ostracismo de su tierra o incluso de aquella que en un principio les acogió, como le ocurrió a Irène Némirovsky (1903 – 1942), hija de un rico banquero judío en Rusia, su familia debió huir en 1917 tras la revolución bolchevique. Después de unos años escondidos en Estocolmo, los Némirovsky llegaron a Francia en 1919. Irène fue novelista, casada con un judío con el que tuvo dos hijas, Denise y Elisabeth. Con la invasión alemana de Francia en el verano de 1940 la sociedad francesa les empezó a marginar. Entonces la escritora tomó una carpeta y escribió cada día lo que veía, vivía y sentía a su alrededor. Un diario en tiempo real de aquella encrucijada en que estaba atrapada Francia. Hasta que en 1942 fue entregada a las tropas nazis, que finalmente la gasearon semanas después en Auschwitz. La misma suerte correría su esposo. Sus hijas iniciaron un peregrinaje a escondidas cargando una maleta con recuerdos, entre ellos estaba la carpeta. Sólo a finales de los años setenta, se atrevioron a leer el manuscrito y entonces se descubrió este desgarrador relato. Suite francesa se convertirá en dos tomos de una novela inacabada que tiene por escenario el éxodo del pueblo francés de 1940 y la ocupación alemana de Francia; es un relato claro e inteligente de la desaparición de la Francia burguesa que existió o, que quizás nunca existió realmente. En ella se describe la sociedad de la Francia de Vichy dibujando escenas de convivencia entre sus miembros y el invasor. Cuando en 2004, más de 60 años después, Suite francesa se publicó: Némirovsky resucitó del largo olvido. Le concedieron el Premio Renaudot a título póstumo y se tradujo en 38 países siendo uno de los libros del año para The New York Times.
La editorial Salamandra ha publicado a través del dibujo de Emmanuel Moynot, una adaptación gráfica magistral de la primera de las novelas, “Tormenta en junio”, en donde retrata la huida de los ciudadanos de París en las horas y días inmediatamente anteriores y posteriores a la invasión alemana. Los personajes, las trayectorias de estos y sus destinos colisionan y se entrelazan en las carreteras de una huida hacia más allá y a toda costa, en la que se muestra una condición humana en la que su moral va bajando de forma apabullante, plasmando las miserias, ante una situación de desesperación, del que está en una posición dominante sobre el otro. Moynot transmite a través de un dibujo en blanco y negro esos días oscuros, jugando a la perfección con unas líneas suaves de marcado carácter curvo pero muy atrevidas al ser muy enmarañadas, llegando así a transmitir una sofistificación tensa que ataca a los sentimientos y sensaciones, representando lo invisible de las palabras en las que las columnas del orden social y la moral del país parecían derrumbarse. Así, las figuras que habitan en las páginas de Némirovsky cobran vida en unas viñetas con un marcados bloques de tinta negra que transmiten y comunican de forma directa el significado melancólico, dramático y transcendental de las ideas de la escritora, unas ideas que se reflejan en personajes como el banquero Corbin, los amables Michaud, el clan de los Péricand, el padre Philippe, la frívola Arlette Corail, el siniestro Corte y su descerebrada amante, en suma, todo el muestrario de perdedores, atormentados, puros y víctimas de esta gran debacle francesa. Toda la acción trasladada al papel por el dibujante se ve ayudada y respaldada por el cómplice silencioso y testigo de lo que está ocurriendo, el lector. Un lector que es atrapado desde la primera viñeta por las propiedades unificadas del dibujo haciendo percibir la página como un todo, captando el comienzo de una catástrofe que desembocará en un dramático éxodo. En definitiva Moynot retrata de forma directa ese momento oscuro de la historia francesa, destacando las expresiones de las caras de los protagonistas en las que se ve claramente una tensión, desesperación o incluso prepotencia sobre los demás, en algún personaje, siendo los que más sufren aquellos que se encuentran en una situación inter-media.
“¿Por qué siempre nos toca sufrir a nosotros, a los ciudadanos de a pie?(…)
Claro a nosotros no nos temen.
Los obreros se defienden y los ricos son fuertes.
Nosotros en cambio, pagamos el pato”.
Señora Michaud.
Emmanuel Moynot se considera más narrador que artista gráfico. Publicó sus primeros trabajos en la década de los ochenta, y el propio Tardi lo escogió como su sucesor para la serie Nestor Burma. Sus obras se caracterizan por ser sombrías y turbadoras, y suelen abordar temas de cierta profundidad, con frecuencia de carácter político.
“Suite francesa (novela gráfica)” // Emmanuel Moynot // Salamandra // 22 euros