Óscar González el 11 abr, 2014 Esta semana traigo de nuevo al blog un artículo de mi buen amigo Kike Sanz que nos habla de la importancia de “estar al día” en el tema de las nuevas tecnologías, concretamente del efecto que produce la exposición continuada de los niños a las “pantallas”. Espero que te resulte interesante: Nos preocupamos en muchas ocasiones de la educación de nuestros hijos, trabajamos todo aquello que creemos importante para ayudarles a crecer en un entorno lo mas seguro posible pero descuidamos, a veces, lo mas obvio. Sea por lo rápido que va la vida, sea porque existen aspectos actuales que están integrados en el día a día que los normalizamos y no les damos importancia, pero la realidad es que debemos tener el ojo puesto en las cosas cotidianas, como por ejemplo el efecto que produce la exposición continuada de los niñ@s a las “pantallas”. ¿Qué es esto de las “pantallas”? Nos referimos a toda tecnología a la que están expuestos a diario. Un estudio de de investigadores, liderados por el psicólogo de la Universidad Estatal de Iowa, Douglas Gentil, tras analizar a 1.323 estudiantes de Iowa y Minnesota (Estados Unidos). Los resultados han sido publicados en la revista ‘JAMA Pediatrics’ asegura que al restringir el uso de las pantallas tienen un mejor rendimiento escolar, son menos agresivos, duermen más y no suelen tener exceso de peso.(Fuente: lainformacion.com) Y ahora hablando de nuestra realidad, de lo cotidiano, de lo que sucede en muchas casas de nuestro país, nos damos cuenta de que se supera la recomendación diaria para niños mayores de dos años de “2 horas diarias de exposición a pantallas” y el efecto que esto produce no se ve a corto plazo, por lo que no se le da la importancia que debiera. Con esto que voy a decir no quiero generalizar pero si lanzar un mensaje para la reflexión. En demasiadas ocasiones depositamos la responsabilidad para educar en elementos externos a nosotros, véase Escuela, Maestros, Entrenadores, etc y dejamos de lado nuestra parte, una responsabilidad muy importante que es la nuestra, nuestro compromiso como ente educativo, como tutor de nuestros hijos y capitán/a del navío por el que surcan los mares de la vida en sus primeros años. Hace ya algún tiempo que desde diferentes organizaciones y personas, proponemos un cambio educativo basado en la unión de fuerzas, básicamente entre los dos entes educativos por excelencia la escuela y la familia (recomiendo el libro de mi amigo Óscar González “Familia y Escuela, Escuela y Familia. Guía para que padres y docentes nos entendamos”) donde trabajar conjuntamente y asumiendo que TODOS somos parte de la SOLUCIÓN y que debemos ponernos en ACCIÓN sin más demora. Como deberíamos hacerlo: Dedícale tiempo a tu hij@, no es importante la cantidad sino la calidad. Nuestros hij@s demandan más atención de la que creemos y el tiempo que les dedicamos es imprescindible para su desarrollo como personas. Es una preciosa oportunidad, no una obligación. Recorrer la vida juntos es lo que afianzará un sano crecimiento. Establezcamos un orden de prioridades separando lo importante de lo secundario, integremos a nuestros hij@s en nuestra rutina diaria. El tiempo que pasa ya no vuelve, no lo desperdicies. Organízate, ya no valen las excusas. No se trata de prohibir sino de gestionar, no se trata de ordenar sino de ser PADRES y MADRES en el más amplio sentido de la palabra y de utilizar todo el amor que tenemos hacia nuestros hij@s para ser el famoso “espejo” donde mirarse. “El único amor perfecto en este mundo es aquel de los padres por sus hijos” Enzo Ferrari Otros temas Comentarios Óscar González el 11 abr, 2014