Ángel González Abad el 26 may, 2018 Como si de una moda se tratase, o como si los jefes de prensa, que ahora tienen todos los que se visten de luces, se hubiesen puesto de acuerdo en el argumentario de sus pupilos, se repite en este San Isidro eso de que “el toro era noble, pero para Madrid no sirve”. En lo que se lleva de Feria han sido algunos, por no decir bastantes o incluso muchos, los astados que se han ido al desolladero con las orejas puestas. Y la excusa ha sido siempre la misma, “el toro no era el que se necesita en Madrid”, que ahora resulta que cuando un toro te embiste con nobleza y no se es capaz de alcanzar el triunfo, la culpa es del toro. Por bueno y hasta por demasiado noble, que tenía que transmitir al tendido lo que el torero no supo o no pudo. Y es que el toro para el éxito en Las Ventas ha de ser ahora noble, pero no tanto; con casta, pero sin pasarse; y que transmita, que transmita mucho, tanto que el torero nunca tenga la culpa de nada. Un poco de autocrítica no vendría mal a matadores y novilleros. “Es que este toro ha tenido bondad, pero para Madrid…” Toros Comentarios Ángel González Abad el 26 may, 2018