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Blogs Entre barreras por Ángel González Abad

Me lo dijo Pérez

Ángel González Abad el

Querer convencer a taurinos y antitaurinos a la vez en esta Cataluña  es tarea imposible. La prohibición de las corridas de toros puede tener, va tener, un coste político, no lo olvidemos. Para unos más que para otros. Si ERC, ICV y hasta la poliédrica CiU, tienen claro que el debate identitario sobre la Fiesta les da un rédito, al igual que el PP –cada uno el suyo, naturalmente-, para los socialistas del PSC este debate es un arma de doble filo, un dardo envenenado, un mar turbulento en el que han querido nadar entre dos aguas. Nadar y guardar la ropa que a la postre va a cabrear a unos y a otros.

El PSC ha jugado a dos caras en esta historia. Ha utilizado al diputado David Pérez como abanderado de la Tauromaquia, y los aficionados catalanes, tan ávidos de un hierro al que asirse, le creyeron, le creímos, a pies juntillas. Pérez se ha pegado años enarbolando la bandera de la Fiesta alentando el ánimo de quienes en materia taurina se sentían desvalidos. “No pasarán” repetía en todos los foros, y hasta las buenas gentes de la Cataluña francesa le otorgaron el honor de presidir una corrida de toros en Ceret. Pérez dijo en el mismísimo Liceu, en la noche en que ABC rubricó el manifiesto de Barcelona, que “la batalla se va a ganar”. Y tantas, tantas cosas dijo Pérez… Pero cuando Pérez decía, sabía lo que dejaba atrás, como esos toros avisados que siguen la muleta recelosos porque saben que hay algo más que trapo.

Así hasta ahora. Pérez decía y dentro de su partido deshacían. Del “no nos moverán” a querer pactar el fin de la Fiesta, moratoria incluida; del “a las barricadas” a la corrida a la portuguesa.

Llegados a este punto, va Pérez y dice que todo está perdido. Pérez dixit y a callar, la Fiesta a tomar viento. Claro que en todo este tiempo, el bueno de Pérez también ha dejado de decir muchas cosas. No se entendió en su momento que el PSC diera libertad de voto a sus diputados a la hora de decidir si la Iniciativa Legislativa Popular se tramitaba en el Parlament. Pérez explicó a los temerosos aficionados que su partido prefería que se abriera el debate, que eso era mejor, más democrático y esas cosas. Por qué no votar en bloque entonces contra el debate abolicionista y sin embargo, ahora, cuando Pérez da todo por perdido, cuando reconoce que los votos de CiU, ERC e ICV van a ser implacables, el PSC dirá inútilmente que no.

Y cuándo desde las filas socialistas se quiso pactar una moratoria de quince años para dar la puntilla a la Fiesta, ¿qué dijo Pérez? Y cuando destacados miembros de su partido hablaban abiertamente en los pasillos del Parlament de admitir una corrida a la portuguesa para ganarse el favor de los nacionalistas más animalistas, ¿qué dijo Pérez? Y cuándo desde el PSC se intenta un reglamento catalán que incluye lo del “límite temporal de la suerte del estoque”, quién lo dijo, ¿Pérez? Se le agradecen los servicios prestados, esa bandera por la Fiesta que nos ha ilusionado a muchos, pero Pérez debió ser más claro por todo lo que nos jugamos.

 

Toros
Ángel González Abad el

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