El toro en todo su esplendor sale en Pamplona. Al menos, «cornamentalmente» hablando… Y cuando un tío aparece por chiqueros algunos galácticos del toreo se lo piensan… El G-10 se ha caído casi al completo de San Fermín: que si molesta el ruido de las peñas, que si esto, que si lo otro… Jolgorio y meriendas también hay por esao seriales sanjuaneros. Pero, ay, el toro, ¡el torito es otro cantar!
Menos mal que ahí está El Juli, un figurón que no hace ascos a la responsabilidad, para tirar del carro sanferminero. Es el único que hace doblete en una fiesta universalizada por Hemingway y que no necesita de los punteros para aborratarse; la crisis ni está ni se la espera. Es Julián López de los escasos que se han atrevido a alistarse este año a las corridas pamplonicas, junto a El Cid, un torero acostumbrado a dar la cara con hierros de los llamados duros; Miguel Ángel Perera, El Fandi y Sebastián Castella, que abandonó el barco G-10 para navegar por libre.
A este San Fermín le sobra el 0 del G…
Toros