Gracias, Diego (Torres); Gracias, Andrés (Castillo); Gracias, David (Rodríguez); Gracias, Omar (Rodríguez); Gracias, Andrés (Manrique); Gracias, Wilmar (Villamil); Gracias, Alfredo (Peña); gracias, José Luis (Vega). GRACIAS a todos los novilleros que habéis arriesgado vuestra vida para salvar la vida de la Fiesta brava que amáis, que amamos. La Corte Constitucional de Colombia, con el trabajo defensor del magistrado Mauricio González y la permanente lucha de Felipe Negret, acaba de ratificar la sentencia que permite el regreso de las corridas a la Santamaría de Bogotá y -tome nota, señor Petro- ordena «restituir de manera inmediata la plaza para la realización de espectáculos taurinos y la preservación de la cultura taurina».
Diego, Andrés (al cuadrado), David, Omar, Wilmar, Alfredo, José Luis, el mundo del toro y su afición están -estamos- en deuda con vosotros. Nadie dijo que fuese fácil. Ni lo será, pero el triunfo de la humildad libre sobre el poder prohibicionista es posible. Habéis luchado en silencio, dejando que vuestro éxito haga ahora todo el ruido. Habéis aguantado la presión antitaurina, las noches de frío, los días de hambre en una larga huelga. Hoy la meta no se vislumbraría tan cerca sin vuestro coraje, sin vuestro sacrificio, sin vuestro espíritu soñador… Porque el Universo siempre conspira en favor de los soñadores.
Cuales guerreros de la luz, no flaqueasteis. Los sencillo hubiese sido abandonar, pero vencisteis los desafíos de cada momento, con la intolerancia animalista incluida. Esa intolerancia que acaba de vivirse en un congreso taurino en Cataluña. Qué envidia, novilleros colombianos. Aquí, en España, seguimos pendientes de la decisión del Tribunal Constitucional. Aquí las cosas van despacio… Tan lentas que aún no ha llegado esa movilización de los profesionales. Aquí, como dice Antonio Burgos, no passsa nada. ¿Sin toros en Barcelona? No passsa nada… ¿Sin toros en San Sebastián? No passsa nada…
¡Menuda lección, novilleros! De la mano del maestro César Rincón lograsteis convocar a las principales figuras del toreo en una gran manifestación. Aquí, ni la hubo ni se la espera.
Diego, Andreses, David, Omar, Wilmar, Alfredo, José Luis… ¡GRACIAS, TOREROS! En el nombre de la justicia y la libertad, las puertas de la Santamaría deben abrirse para y por vosotros.
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