Ni hambre ni necesidad. Los saqueos en Bariloche son para llenar los muebles con televisores de alta definición, equipos de música, ordenadores, electrodomésticos o cualquier otro equipo que venga acompañado de un enchufe. La Policía estuvo de convidada de piedra. La masa, la mayoría encapuchada, desbordaba a los agentes. Uno hasta llegó a ocultarse en un cuarto de baño del supermercado. Una década después estas imágenes resucitan el fantasma de los disturbios previos a la caída de Fernando de La Rúa, en diciembre del 2001. Pero no pertenecen a la provincia de Buenos Aires sino a Bariloche, centro turístico por excelencia en la Patagonia. Una tristeza.
Política
El talón de América
por
Carmen de Carlos
Saqueos en Bariloche
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