Carmen de Carlos el 04 nov, 2014 Los temas de salud son los que a todos, sólo con hablar de ellos, nos ponen enfermos. Cuando estos afectan a jefes de Estado, la preocupación aumenta. Ninguna de estas cosas es una novedad para nadie. Tampoco la forma en la que la familia Kirchner aborda estos avatares que, finalmente, le costaron la vida al marido de Cristina Fernández. Se da la circunstancia de que la Presidenta no goza de buena salud. Desde que está en el poder pasó en dos ocasiones por el quirófano (tiroides en el 2012 y hematoma craneal en el 2013). Sus visitas a los médicos tienen mayor frecuencia, por motivos reales, que la de cualquier otra mujer de su edad (61 años). La salud de un jefe de Estado es de interés público (aunque resulte odioso para la intimidad del paciente). No entender eso es lo mismo que escribir partes médicos para que no los comprenda ni la propia paciente. “Bacteriemia”, “sigmoiditis” o “bursitis del troncante izquierdo” son un buen ejemplo de lo que digo. ¿Se entiende? Política Tags argentinacarmen de carloskirchnersaludsudamérica Comentarios Carmen de Carlos el 04 nov, 2014