El principio del fin del kirchnerismo ha comenzado. Las elecciones legislativas han dejado a los seguidores de la presidenta, Cristina Fernández, a los pies de los caballos de las urnas. Sergio Massa aplastó a Martín Insaurralde, el candidato kirchnerista en la provincia de Buenos Aires, mayor distrito electoral del país (vota cerca del 40 por ciento del padrón) Pero, las urnas también le dieron la espalda al oficialismo en las siguientes provincias: Córdoba, Santa Fe, Mendoza, y Capital Federal . Siete de cada 10 argentinos votó en contra del kirchnerismo. No obstante, de momento, el Gobierno mantiene el control tanto en el Congreso de Diputados como en el Senado. Las elecciones han mandado un mensaje de hartazgo de una forma de gobernar. Sergio Massa, ex jefe de Gabinete de “CFK” (siglas de la Presidenta) y hoy anti “K”, está en condiciones de presentarse como una alternativa real de cara a las elecciones del 2015. Tiene por delante dos años para demostrar que puede. El peronismo, -el de ayer, el de hoy y el de siempre-, tendrá que decidir si se “encolumna” detrás suyo como actual ganador, hace frente común con Daniel Scioli, el gobernador de Buenos Aires que cargó sobre sus espaldas el peso de la campaña y la derrota de Insaurralde, o busca otra alternativa para suceder a Cristina Fernández de Kirchner. En el 2015 o, quizás, mucho antes.
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