Carmen de Carlos el 14 mar, 2013 Buenos Aires. Carmen DE CARLOS Argentina y los jesuitas tienen, por fin, un Papa. Sudamérica e Iberoamérica, también. Francisco I se presenta como un hombre corriente, humilde. Con un “Hola, soy Bergoglio”, se daba a conocer a los sacerdotes que llamaba por teléfono. Los que han trabajado con él, sólo tiene buenas palabras cuando le mencionan. Son las mismas que pronunciaban antes del Cónclave del que salió convertido en Francisco I. En la Catedral Metropolitana, en más de una ocasión, lavó los pies a los fieles. En los suyos –doy fe- solía calzar unos desgastado y cuarteados de caminar. Se crió en el barrio porteño de Flores, una zona de escasos recurso. Su padre, maquinista, sacó adelante a los cinco hijos con la ayuda de su esposa que permanecía al frente de la casa. De trato afable y cordial, no son pocos los políticos argentinos que acudían a ver a Bergoglio para consultarle, intercambiar impresiones y escuchar sus sabios consejos. El cardenal que heredo la ropas del anterior para no hacer gastos innecesarios, con la prensa tenía una relación estrecha hasta que se convirtió en la oveja negra de Argentina para el matrimonio Kirchner. Desde entonces, salvo excepción, optó por hablar “off the record”. Superado el impacto de la noticia, la presidenta de Argentina reaccionó. Al principio parecía no querer enterarse porque seguía twitteando sobre obras públicas de provincias, pero después cambió. Twitteo una carta de felicitación y por la noche, le deseó, “de corazón a Francisco I que pueda lograr mayor grado de confraternidad entre los pueblos, entre las religiones”. Bergoglio era molesto para el matrimonio Kirchner pero también para sus predecesores. Como recuerda la diputada de San Luis, Liliane Negre, “es un hombre valiente, sin miedo. Dice siempre lo que piensa” Dicho esto, se puede decir quela fortuna le sonríe. Lo de ayer fue una muestra pero hubo otra más vanal. Cosas del destino o magia y misterio, el número de la lotería de la tarde fue el mismo del carnet de Bergoglio en San Lorenzo, el club de fútbol de sus amores: 8235 Lo sorprendente es que todavía no se sabía que Monseñor Jorge Mario Bergoglio sería Francisco I. Con la que está cayendo en la Iglesia y en el mundo, las cosas como son, al nuevo Papa le viene como anillo de Pedro al dedo tener un poco de suerte. Política Tags argentinabergogliokirchnerloteriapapa Comentarios Carmen de Carlos el 14 mar, 2013