El FMI ha tomado la decisión de cerrar su delegación en Argentina. El organismo que dirige Christine Lagarde se ha cansado de la falta de colaboración del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La gota que colmó el vaso de la paciencia se llama Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo) o el atropello a la verdad y a las consultoras independientes que miden los índices de inflación. Todas ellas, acorraladas por la presión política y judicial de Guillermo Moreno, el super secretario de Estado de Comercio que cumple, a pies juntillas, los deseos de la presidenta de Argentina.
El periódico La Nación recoge que las verdaderas razones de la despedida del Fondo Monetario Internacional no son,
como dice la versión oficial, “falta de presupuesto”. El periódico confirma que, a finales de mes, el FMI se despedirá en bloque, -deja un único economista a nivel testimonial-, porque, palabra más palabra menos, se ha cansado de las mentiras y presiones directas e indirectas del Gobierno. El juez Alejandro Catania, en la línea oficialista, pidió hace un año al Fondo que justificara ante la Justicia argentina el modo de confeccionar sus estadísticas. La inmunidad diplomática del FMI le blindó para sufrir un proceso de acoso como el de las consultoras locales.
La historia se remonta a enero del 2007, cuando el Gobierno decidió intervenir el Indec, un organismo tradicionalmente fiable. Desde entonces, distintos sectores de profesionales han denunciado la falsedad de las cifras de un centro que fue ejemplar. La primera en alzar la voz fue Graciela Bevacqua,ex directora del área del Índice de Precios al Consumidor. Por hacerlo perdió el trabajo y hoy afronta tres causas judiciales del Gobierno por difundir, de forma particular en su portal de internet, las estadísticas reales y la inflación. Éste es el caballo de batalla que el Gobierno de Cristina Kirchner quiere ocultar. Entre otras razones, porque existen diversos bonos del Estado ligado a la inflación. Y ese es el caballo que, bajo ningún concepto, el FMI está dispuesto a montar.
