Carmen de Carlos el 24 sep, 2008 Cristina Kirchner estrenó su retórica en la Asamblea General de la ONU. La presidenta de Argentina tuvo la ocurrencia de bautizar el cataclismo financiero de Wall Street como efecto jazz. Antes, menciono el efecto tequila, el caipiriña y el arroz para explicar por si alguien no lo había pillado- cómo había llegado a tan ingeniosa expresión. El discurso vino acompañado de un baño de autobombo sobre la gestión de Gobierno de su marido y la suya propia, ambas consecutivas o simultáneas, según se mire. En resumen, dijo y lo hizo sin que le temblara la voz, que Argentina era el ejemplo a seguir en el mundo. Porque, según ella, aplicaron, “la correcta estrategia”. A la misma hora, en Miami, el venezolano Guido Antonini Wilson, declaraba en un tribunal federal que la maleta que le interceptaron en el aeropuerto de Ezeiza en agosto del pasado año, con casi ochocientos mil dólares de las arcas de Hugo Chávez, no fue la única. El actual colaborador del FBI, que viajó en un avión alquilado por el gobierno argentino, aseguró que había otra valija voladora con cuatro millones más de dòlares. Según el fiscal del caso, de acuerdo a testimonios de los involucrados, el destino del dinero era la financiación de la campaña de CFK (Cristina Fernández de Kirchner). A la comitiva argentina en Nueva York, se le debió helar la sangre porque de la euforia se pasó al silencio de radio. Política Comentarios Carmen de Carlos el 24 sep, 2008