1-La economía. Durante su Gobierno y el anterior de su difunto marido, Néstor Kirchner, Argentina tiene un crecimiento sostenido en torno al 8 por ciento.
2-Los sueldos de los trabajadores en blanco han aumentado el 30 por ciento. También se han incrementado las jubilaciones.
3-Las clases populares reciben un abanico de subsidios que les hace más llevadera la pobreza.
4-El kirchnerismo despeja la sensación de inestabilidad tras la hecatombe del Gobierno de Fernando de la Rúa en el 2001 que desembocó en “el corralito” y posterior “corralón”.
5-El “orgullo de ser argentino” se transforma en la promesa de una “Argentina del primer mundo”. El Gobierno logró convencer de que está blindado a la crisis internacional.
1-La economía. Ocho años aplazando los problemas de fondo a cambio de populismo. Todos los sectores están subvencionados. El 85 por ciento de la energía, el gas y el transporte se sostienen con ayudas del Estado.
2-Depreciación progresiva de la moneda y fuga masiva de capitales. Solo en los dos últimos meses salieron 7.400 millones de dólares. A ese ritmo antes de un año Argentina perdería sus reservas. El crédito internacional está cerrado para Argentina.
3-Inflación. El Gobierno enmascara los datos pero la población siente en el bolsillo el baile de precios. Las firmas independientes registran subidas en torno al 30 por ciento. Control de precios y cerrojo periódico a las importaciones.
4-La crispación. La sociedad atraviesa una etapa de división y enfrentamiento inédito desde la recuperación de la democracia en 1983. El detonante es una forma de Gobernar despótica y revanchista de ocho años de Gobierno kirchnerista.
5-La desconfianza y el doble discurso. El Gobierno defiende la justicia social pero la combate con clientelismo. La corrupción galopante con el enriquecimiento de los que están en el poder.