Buenos Aires. Carmen DE CARLOS
Las inversiones españolas no viven su mejor momento en Argentina. La última en tener “ciertas dificultades” es Codere. El principal grupo español del juego difundió un comunicado en el que salió a aclarar que no tiene previsto abandonar Argentina, tal y como publicaron algunos medios locales.
En una nota de seis puntos, Codere afirma que “la prohibición de fumar en Argentina, al igual que ocurrió en muchos otros países en los que la compañía está presente, ha afectado significativamente sus resultados”.
No obstante, recuerda que “el Grupo se encuentra en un proceso de renegociación de su deuda a nivel global con sus acreedores, debido a la conjunción de una compleja serie de causas sobrevenidas en varias de sus unidades de negocio”, que van más allá de Argentina.
La compañía, con veinte años de antigüedad en este país, reconoce el delicado momento que atraviesa y resta importancia a la prohibición del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para repatriar sus beneficios, medida extensible a la totalidad de las multinacionales extranjeras. “De ninguna manera –su situación- se debe a la imposibilidad de repatriar beneficios”, insiste el comunicado.
Codere, asimismo, descarta taxativamente, “abandonar el país ni vender sus activos en el mismo” y como prueba de ello, recuerda que renovó, “voluntariamente todas sus licencias en la provincia de Buenos Aires”.
En ese territorio, de tamaño algo menor a España, el Grupo posee “catorce salas de entretenimiento” y da empleo “a más de 5.180 personas”. Dicho esto, asegura que, “mantiene y seguirá manteniendo una excelente relación con las autoridades del Gobierno Nacional, provincial y de los Municipios en los que opera”.
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