Sí, la pregunta es pertinente aunque no lo parezca. Y donde dice asesino, póngase secuestrador, violador o terrorista. Sobre todo esto último. Porque antiguos terroristas o actuales simpatizantes de grupos proterroristas están poniendo querellas a periodistas y políticos por denunciar su pasado terrorista o sus simpatías terroristas.
Gonzalo Boye, un simpatizante del grupo terrorista chileno de extrema izquierda MIR y ahora abogado en ejercicio, ha puesto una demanda contra Isabel Durán, Alfonso Rojo y 13tv por calificarle como terrorista.
Y, sí, es increíble, pero la demanda ha sido admitida en los tribunales. Porque este tipo fue condenado en 1996 por la Audiencia Nacional por colaborar con ETA en el secuestro de Emiliano Revilla. ¿Y tenemos un sistema judicial que considera discutible que se le pueda calificar como terrorista?
¿Podrá llevarse, entonces, a los tribunales, a todos aquellos que califiquen al MIR como grupo terrorista? ¿O a los que llamen terroristas a condenados por acciones etarras que ya hayan cumplido su condena? Entre otras muchas preguntas sobre el absurdo…
La demanda se parece mucho a la de Podemos contra Esperanza Aguirre y Eduardo Inda. Al segundo, por denunciar el dinero pagado por el chavismo a Podemos. Y a Aguirre, por afirmar que Podemos está con el chavismo, el castrismo y ETA. ¿Es que la colaboración con el grupo proetarra Herrira no se puede calificar como simpatía hacia ETA? ¿O algún tribunal se va a poner a discutir que Herrira no es proetarra?
Es decir, los extremistas que quieren acabar con el sistema y, además, presumen de ello, lo utilizan para perseguir a los defensores de la democracia.
¿No es hora de iniciar acciones colectivas para defender a los perseguidos y defendernos todos de este acoso de los extremistas?
(En la imagen, el cuerpo sin vida del general Urzúa, asesinado por el MIR junto a su conductor y su escolta)
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