Hay que ver lo caprichosas que son las sociedades, las ideologías o los movimientos cívicos. Y lo digo por el diferente trato dado por la progresía mundial y la nuestra en particular a Obama en el caso del vertido de BP y en su día al Gobierno del PP por el vertido del Prestige.
Obama dice querer saber qué culos debe patear para castigar a los culpables. Y sin que nadie le haya replicado ni llevado la contraria. Lo que me parece muy correcto teniendo en cuenta que la responsabilidad del vertido es de BP y no de Obama, aunque sea debatible la suficiencia o insuficiencia de las regulaciones de la Administración estadounidense.
Pero si el vertido de BP hubiera tenido lugar en España, Nunca Mais le habría dicho a Obama que el culo que hay que patear es el suyo propio. Que el culpable es Obama. Y le habrían organizado una movilización callejera que lo tendría muy ocupado en estos momentos asegurando su culo más que pateando los ajenos.
Ironías de la historia, la misma semana en que Obama se dispone a patear los culos de BP con la aprobación de la progresía mundial, la Fiscalía pide en España doce años de prisión y 2.233 millones para el capitán del “Prestige”. Es el único acusado, y, de forma subsidiaria, los dueños del barco. Ni un solo político ni técnico de la Administración en el banquillo. De Nunca Mais, nunca mais se supo. Ni siquiera ha organizado una manifestación solidaria con el pueblo americano gritando “Obama, nunca mais”.
Absurdos sociales