Yolanda Gómez el 13 mar, 2012 Todo transcurre a velocidad de vértigo en este complejo mundo de la economía. Hace apenas una semana el Gobierno aprobaba un objetivo de déficit para España para este año 2012 muy superior al que se había comprometido el Gobierno de Rodríguez Zapatero, el 5,8%, frente al 4,4% que habíamos pactado con Bruselas. Pero ayer nuestros socios europeos nos dijeron que no, que tenemos que hacer un esfuerzo mayor. Hay quien ve en esta decisión europea un nuevo obstáculo en la carrera hacia la recuperación de la economía española. Cinco mil millones más de ajuste no son moco de pavo. Si cogemos los últimos presupuestos aprobados, los de 2011, cinco mil millones es casi el doble de lo que se destina a política exterior, o a industria y energía; o dos terceras partes del dinero que se destina a infraestructuras o a seguridad ciudadana. Pero es que estos 5.000 millones extra se suman al ajuste ya aprobado por el Gobierno en diciembre, 15.000 millones, y a los más de 20.000 que el Ejecutivo de Rajoy había comprometido a recortar en los Presupuestos estatales y autonómico. De modo que sí, la decisión de ayer de Bruselas es un obstáculo extra en esta carrera por sanear las cuentas en un entorno recesivo. Y habrá que hacer ajustes, y gastar menos, e incluso, quizás subir algún impuesto, aunque en los ministerios de Economía y Hacienda insisten en que no subirán el IVA. No obstante, también hay quien ve la botella medio llena. Bruselas también ha cedido y frente a su intransigencia inicial, permite a España un déficit del 5,3%, casi 10.000 millones menos del objetivo inicial. Algunos apuntan que el Gobierno ya contaba con algo así, y por eso se fue hacia posiciones maximalistas planteando un escenario económico desolador, con una contracción del PIB del 1,7% y unos números rojos cercanos al 6% del PIB. Veamos la botella medio llena o medio vacía, lo cierto es que a España y a los españoles nos esperan unos meses muy complicados. El Gobierno debe buscar fórmulas para hacer los ajustes con el menor coste posible para la economía, y para los ciudadanos. Yo soy de las que opina -y a la convocatoria de huelga general me remito- que en España a los gobiernos socialistas se le permiten cosas que nunca se admitirían en un gobierno del PP. Pero eso, que a muchos -entre los que me incluyo- puede no parecernos justo, es también una buena noticia. Estoy segura de que el Ejecutivo de Rajoy buscará todas las fórmulas posibles de recorte de la mastodóntica administración antes de pedirle a los ciudadanos más sacrificios. O al menos una combinación de ambas cosas. Aunque quizás sea solo mi deseo. EconomÃa Comentarios Yolanda Gómez el 13 mar, 2012