Hacía mucho tiempo que no se juntaban tantos factores favorables para la economía española. Solo falta que se sepan aprovechar. La rebaja del precio del petróleo que ya cotiza por debajo de los 46 dólares es, sin duda, una excelente noticia para la recuperación de una economía con tanta dependencia energética como la nuestra. Si cada año España -ciudadanos y empresas- pagaba entre 40.000 y 50.000 millones de euros a los países productores de petróleo y ahora se factura se reduce entre 10.000 y 15.000 millones, está claro que ese dinero que se quedará en nuestro país y en nuestros bolsillos se podrá destinar a comprar otras cosas o a hacer nuestros productos más competitivos. Es cierto que hay algún que otro agorero que en lugar de dar saltos de alegría advierte de los problemas geopolíticos que se pueden generar a nivel mundial. Y es verdad que puede haberlos, que países como Rusia y Venezuela lo van a pasar mal, pero que nadie se engañe, para España y para Europa la caída del precio del petróleo es un gran impulso a la recuperación que puede añadir varias décimas al crecimiento y al empleo.
También beneficia a nuestro país la depreciación del euro. La apuesta por las exportaciones que se viene realizando en España en los últimos años se verá sin duda favorecida por un euro más débil. Nuestros productos serán más baratos en el área dólar, lo que permitirá incrementar las ventas. Y esta depreciación de la divisa también es favorable para el turismo de los países fuera del euro. El récord de turistas que se registró en 2014 es más que probable que vuelva a superarse en este año 2015.
Por último, la relajación de la política monetaria y la ya más que probable compra de deuda por parte del BCE puede ayudar también a reactivar la debilitada economía europea y alejar los riesgos de deflación.
En este entorno, la mayoría de los analistas empiezan a elevar las previsiones de crecimiento para España, y el 2% de la previsión oficial parece quedarse corta.
¿Dónde están los riesgos? Fundamentalmente en la incertidumbre política. Veremos qué pasa en Grecia y si partidos como Syriza, incluso si ganan las elecciones, se atreven a poner en marcha medidas de impago o reestructuración de deuda como proponen que les obligue a salir del euro. Y veremos a ver qué pasa en España. Si los político son capaces de volver a ilusionar a los ciudadanos. No me parece un mal principio que PP y PSOE se hayan puesto de acuerdo en la adopción de medidas para frenar el yihadismo. Quizás si pensaran un poco más en nosotros y un poco menos en lo que les interesa a los partidos, empezaríamos a creer un poco más en la política.
Otros temas