La sana costumbre española y mediterránea de dormir la siesta está respaldada por los últimos estudios científicos. Además es algo natural que el cerebro demanda después de comer.
Entre sus muchas virtudes: ayuda a mantener el sistema inmune, a controlar la presión arterial, protege el corazón, nos mantiene en un peso saludable, potencia la memoria y el aprendizaje e incluso mejora la empatía. Y la mejor forma de disfrutar de ella es en una hamaca. ¿Por qué? El texto completo puede leerse aquí.
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