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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

Lo que va de Camboya-1979 a Myanmar-2021 (1)

Emilio de Miguel Calabia el

ASEAN alcanzó la mayoría de edad en 1979. Ese año las tropas vietnamitas invadieron Camboya, derribaron al régimen criminal de los khmeres rojos e instalaron un gobierno pro-vietnamita. Uno pensaría que ver cómo caía un régimen genocida y sanguinario, debería de ser causa de regocijo, pero los avatares de la política internacional son inescrutables.

Vietnam metía miedo en tanto que potencia regional comunista. 1975 había sido su annus mirabilis, que es un latinajo que significa “el año que las cosas nos fueron de p… madre”. En un intervalo de pocas semanas Vietnam del Norte había conquistado Vietnam del Sur, el Pathet Lao comunista se había hecho con el control de Laos y los khmeres rojos habían entrado victoriosos en Phnom Penh. El Phatet Lao y los khmeres rojos habían sido fuertemente apoyados por Vietnam y existía la impresión de que eran prácticamente satélites del Partido Comunista de Vietnam. En el caso de los khmeres rojos, esa impresión no podía estar más equivocada.

La invasión vietnamita de Camboya estaba justificada por las provocaciones de los khmeres rojos y podía defenderse por haber derribado a un régimen genocida. Pero no fue así como lo vieron los países de ASEAN. Para empezar había una cuestión de soberanía: los países bien educados no invaden a sus vecinos. La Camboya anti-vietnamita de los khmeres rojos había sido un estado-tapón muy conveniente frente a Vietnam. Al igual que ocurriera en 1975, los líderes de ASEAN se preguntaron si el Vietnam comunista se pararía en Camboya o iría más allá. La pregunta no era baladí: tras su derrota en la guerra de Vietnam, EEUU había perdido buena parte de su apetito en intervenir en el Sudeste Asiático y no estaba claro cuánto querría involucrarse en caso de una agresión vietnamita contra Tailandia. Una agresión vietnamita comportaba el riesgo además de una intervención de las grandes potencias extrarregionales: la URSS en tanto que aliada de Vietnam y China en tanto que patrocinadora de los khmeres rojos.

El 12 de enero de 1979, sólo cinco días después de la toma de Phom Penh por los vietnamitas y el final del régimen de los khmeres rojos, los Ministros de AAEE de ASEAN se reunieron a puerta cerrada para discutir la situación. En la reunión, los Ministros se pusieron de acuerdo en un comunicado que definía la posición de la Asociación ante la invasión. El comunicado “deploraba la intervención armada contra la independencia, la soberanía territorial y la integridad de Kampuchea [el nombre que los khmeres rojos habían dado al país]” y pedía “la inmediata y total retirada de todas las fuerzas extranjeras del territorio kampucheano”. Además “instaba urgentemente al Consejo [de Seguridad de NNUU] a adoptar las medidas necesarias y adecuadas para restaurar la paz, la seguridad y la estabilidad en la zona”. Este tipo de comunicados en las relaciones internacionales sirven para anunciar la posición de quienes los emiten y los pasos que pretenden dar. Su relevancia depende del peso de quienes los emiten y de la determinación que demuestren. En este caso, que los seis miembros que entonces componían ASEAN hubiesen sido capaces de emitir un comunicado tan duro cinco días despúes de la toma de Phnom Penh, ponía de manifiesto su cohesión y la firmeza de sus posiciones.

El 17 de febrero China lanzó un ataque contra Vietnam (a los interesados en el contexto político de esta guerra que duró un mes, les recomiendo “Brother Enemy: the War after the War” de Nayan Chanda). Los países de ASEAN se vieron en un dilema: querían que la invasión de Camboya tuviera consecuencias para Vietnam, pero no entraba en sus cálculos que una de esas consecuencias fuera la invasión de Vietnam por una potencia extrarregional. La guerra duró solo un mes para alivio de los países de ASEAN, pero puso de manifiesto el peligro que comportaba que potencias extrarregionales empezasen a inmiscuirse en la región. Una lectura de la invasión china es que, además de darle una lección a Vietnam (por cierto que la lección fue mutua. Los chinos se dejaron bastantes pelos en la gatera y a día de hoy los historiadores discrepan sobre quién ganó la guerra), China le había abierto un frente a la URSS, que se vería obligada a acudir en ayuda de su aliado vietnamita.

Buena parte del conflicto por la invasión vietnamita de Camboya se jugaría en los pasillos de Naciones Unidas. Con el tiempo los estados de ASEAN se convertirían en maestros en el manejo de los intríngulis de NNUU. El 25 de febrero los miembros de ASEAN circularon en el CSNU un borrador de resolución en el que pedían el cese de las hostilidades en la región, la retirada de las tropas extranjeras y la contención de las potencias extrarregionales. La resolución tuvo el voto positivo de 13 de los 15 miembros del CSNU, pero no pasó por el veto soviético. Aun así, cabe considerarla como un gran éxito de los países de ASEAN. Por un lado, no es habitual que el CSNU debata un borrador de resolución presentado por Estados que no son miembros del mismo. Por otro, logró un número elevado de apoyos; tantos que el veto soviético sólo sirvió para mostrar que la URSS estaba aislada en el dossier camboyano.

Desde 1978 había estado produciéndose el éxodo marítimo de decenas de miles de vietnamitas ante la dureza del régimen comunista. Muchos de ellos murieron en el mar y otros tantos acabaron recalando en las costas de los países de ASEAN. Los países de ASEAN tenían un interés legítimo en la cuestión y supieron instrumentalizarlo para abrirle otro frente a Vietnam. Los días 20 y 21 de julio de 1979 tuvo lugar en Ginebra una conferencia internacional sobre la cuestión, en la que los Estados miembros de ASEAN jugaron un papel destacado. La conferencia supuso un duro varapalo para Vietnam, cuya imagen internacional se vio muy tocada, y un triunfo para los países de ASEAN. La conferencia decidió que los refugiados vietnamitas recibirían automáticamente el estatuto de refugiados y que tendrían derecho a ser relocalizados en países desarrollados. ASEAN había conseguido la condena de Vietnam y que los refugiados vietnamitas no se convirtieran en SU problema, sino en una responsabilidad compartida.

Otra decisión de ASEAN por otras fechas de gran calado fue que consideraría como gobierno legítimo de Camboya en de la Kampuchea Democrática (KD), es decir el de los khmeres rojos. Éste es uno de esos casos en los que la política internacional produce resultados vomitivos. Es normal que no se quiera reconocer internacionalmente a un gobierno que ha sido impuesto por la fuerza de las armas por un tercer Estado. Desde ese punto de vista, la postura de ASEAN, que afirmaba que el régimen pro-vietnamita era un régimen títere, era legítima. Lo malo es cuando ese gobierno derrocado al que apoyas es un gobierno genocida y criminal.

La postura de ASEAN fue clave para que KD siguiera detentando la representación de Camboya en NNUU. Es de resaltar que ASEAN logró incluso que EEUU reconsiderase su posición y apoyase que KD siguiera detentando el sitio de Camboya en NNUU. EEUU aceptó que en Camboya se estaba produciendo un conflicto vicario entre la URSS y China y que, si se ponía del lado del régimen pro-vietnamita, acabaría alienándose las simpatías de los países de ASEAN, China, Japón, Australia, Nueva Zelanda y hasta de sus aliados europeos.

 

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