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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

La geopolítica del Indo-pacífico. Lo que va del siglo XVI al siglo XXI (3)

Emilio de Miguel Calabia el

(Españoles y holandeses dándose en las Indias)

¿Cómo pudo ser que los holandeses, que aún estaban luchando con España en su propio país, desplazaran a portugueses y españoles en unas pocas décadas? En mi opinión, los motivos fueron tres: 1) Su tecnología naval era más avanzada que la de los ibéricos, pero esto no hubiese sido determinante, si no hubiesen concurrido dos factores más; 2) Mientras que la Corona de España tenía frentes abiertos en todo el mundo, los holandeses sólo tenían el frente de Flandes, más aquéllos que decidieran abrirse en el Indo-pacífico; 3) La manera específica en que los holandeses realizaron su colonización, mucho más eficaz que la ibérica.

La punta de lanza de la colonización holandesa fue la Compañía neerlandesa de las Indias Orientales (VOC), una sociedad de socios capitalistas. La VOC ejerció un grado de control sobre las empresas holandesas en el Indo-pacífico, que superó el grado de control de la Corona de España y, desde luego, el grado de control que nunca llegara a ejercer la Corona de Portugal. La VOC se regía por criterios puramente economicistas y casi desde el primer día dio rendimientos. La VOC obtuvo unas ganancias inmensas, que permitieron convertir al Amsterdam del siglo XVII en un centro financiero de talla mundial. Al final, en los conflictos,- sobre todo en los de larga duración-, lo que cuenta es quién tiene los bolsillos más llenos y, en este caso, eran los holandeses.

Niall Ferguson, en “Dinero y poder”, afirma que los holandeses en el siglo XVII pusieron en práctica la fórmula que luego los ingleses tomarían y perfeccionarían para convertirse en los amos del planeta. Los componentes de esa fórmula eran: 1) No derrochar recursos en guerras hegemónicas en Europa. Los británicos, siendo una isla lo tuvieron más fácil; los holandeses siempre tuvieron su frontera sur, primero amenazada por España y luego por Francia; 2) Lo importante es tener una Armada fuerte, que te permita dominar las rutas comerciales. Esto fue justamente lo que ocurrió en el Indo-pacífico: la Armada holandesa le permitió introducirse en las rutas comerciales en las que hasta entonces los portugueses se habían conducido como reyes; 3) Conseguir convertirte en un centro financiero global.

Uno podría preguntarse si la unión de las Coronas española y portuguesa en 1580 no habría podido crear un predominio casi inatacable en la región. La respuesta es que no, porque siempre fue una unión imperfecta, en la que Portugal conservó una grandísima autonomía. Las estructuras administrativas del Estado da India portugués siguieron funcionando como antes de la unión y sus funcionarios siguieron siendo portugueses. Los portugueses, muy celosos de sus intereses y sus posesiones, no permitieron que los españoles se inmiscuyeran en su imperio. Casi preferían hacer frente ellos solos a las acometidas de los holandeses que pedir ayuda a los españoles y correr el peligro de que éstos se introdujeran en sus mercados.

Un ejemplo de las relaciones tan peculiares que mantenían españoles y portugueses en el Indo-pacífico es que cuando los españoles conquistaron Ternate en 1606, no supieron si devolvérsela a los portugueses para que la administrasen desde Goa o Malaca o anexarla a la Capitanía General de Filipinas. Al final optaron por una solución salomónica: Ternate dependería de Filipinas, pero el comercio de clavo seguiría en manos portuguesas. Es decir, España correría con los gastos de la defensa de Ternate, pero las ganancias serían para los portugueses. ¡Somos unos genios negociando!

Sólo se me viene a la cabeza una vez en la que españoles y portugueses cooperaron en el Indo-pacífico en una gran empresa geoestratégica. Ocurrió en 1615, cuando el gobernador de Filipinas, Juan de Silva, pensó en mandar una gran flota hispano-portuguesa a las Molucas para expulsar a los holandeses. Conseguir que Goa contribuyese a la empresa fue harto difícil. Haciendo un esfuerzo, aportó cuatro galeones y 300 soldados, que acabarían bajo el mar cuando fueron atacados inopinadamente por una escuadra holandesa de cinco navíos. Ignorante de la suerte que había corrido la flotilla portuguesa, da Silva zarpó de Manila el 28 de febrero de 1616 con diez galeones, cuatro galeras y cuatro pequeños barcos de acompañamiento, que transportaban a unos 5.000 hombres entre marineros y soldados. Su plan era enlazar con la fuerza portuguesa en Malaca. Las noticias del desastre de los portugueses no alteraron sus planes; marchó a Malaca y allí hizo dos cosas. La primera fue tocarle un poco las narices al sultán de Johor, cuyas lealtades no se sabía bien dónde estaban. La segunda fue morirse. Esta segunda decisión fue más beneficiosa para el imperio español que la primera. El regreso de la Armada a Filipinas fue un desastre por culpa de las fiebres que le hicieron más daño que los combates que no libró. Esta pequeña historia muestra las grandes debilidades que tenía el imperio español en el Indo-pacífico solo o con los portugueses: 1) Escasez de hombres; 2) Escasez de recursos; 3) Toma y ejecución de las decisiones lenta.

Alguien fue muy consciente de las debilidades geopolíticas del imperio español en el Indo-pacífico fue el súbdito flamenco de la Corona de España Jacques de Coutre. En la segunda mitad de la década de los 20 del siglo XVII de Coutre envió cuatro memoriales al rey de España con recomendaciones geoestratégicas de cómo se debía hacer frente a los portugueses.

De Coutre abogaba por el envío de una gran armada hispano-portuguesa de cuarenta navíos que entraría en el Índico por el cabo de Buena Esperanza e iría atacando y capturando las principales posiciones holandesas. También abogaba por la restauración o recuperación de una serie de fortalezas clave que o bien estaban en estado ruinoso, o bien se habían perdido ante los holandeses. Pensaba que se debía dejar a los portugueses libertad para comerciar donde quisieran, en lugar de tratar de controlarlos y que de esa manera a la larga las ganancias serían mucho mayores. También defendía que los comerciantes utilizasen naves pequeñas, de manera que si eran capturadas por los holandeses, las pérdidas fuesen asumibles. De Coutre tal vez fuese el primero que se dio cuenta de la importancia de la isla de Singapur y de los estrechos que la rodean. Propuso la construcción de dos fortalezas que se apoyasen mutuamente, una en la isla misma y otra en la cercana isla de Sentosa y propuso la fundación de una villa.

¿Eran realmente aplicables las ideas de de Coutre? Unos pocos años antes de que de Coutre escribiera sus memoriales, una gran expedición hispano-portuguesa había expulsado a los holandeses de Brasil. Tal vez lo mismo hubiera podido hacerse en el Índo-pacífico. Mi impresión es que la Monarquía tenía muchos frentes abiertos y el Índo-pacífico no era una prioridad; desde luego, era mucho menos importante que Brasil. Por lo demás sus análisis de lo que no iba bien y lo que convendría hacer eran muy correctos, pero España cada vez tenía menos energías para ponerlos en práctica.

 

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