Emilio de Miguel Calabia el 17 jun, 2023 España se instaló en Filipinas en 1571, fecha de la fundación de Manila. Los españoles que llegaron eran tíos muy bragados y optimistas. España se estaba comiendo el mundo y Filipinas parecía la base ideal para partir a la conquista de Asia, igual que en su día Cuba había sido la base desde la que se partió a conquistar la Tierra Firme. Los españoles en sus ensoñaciones de gloria no se dieron cuenta de hasta qué punto Asia era diferente de América. Voy a enumerar las principales diferencias, que harían fracasar el proyecto español: 1) Tecnológicamente no había tanta diferencia entre los españoles y los asiáticos. Tal vez los mosquetes y los aceros españoles fueran algo mejores, pero no lo suficiente como para conseguir conquistas tan sonadas como las de América; 2) Asia estaba mucho más poblada que América y, además, sus poblaciones estaban inmunizadas ante cualquier tipo de virus y parásitos que pudieran llevar los españoles. El holocausto demográfico producido por el contacto con patógenos desconocidos no tuvo lugar en Asia; 3) Los Estados asiáticos eran más sólidos y estaban más estructurados que los americanos. Que la captura del emperador pudiera llevar a la descomposición del imperio como ocurrió en Perú, era impensable. Siempre había estructuras e instituciones que podrían continuar la lucha; 4) Los pueblos americanos se enfrentaron a algo desconocido: unos hombres extraños que veían de unas tierras ignotas. Los pueblos asiáticos habían conocido el suficiente número de invasiones como para saber cómo tratar con cualesquiera extranjeros que llegasen a sus tierras. Los indios no se sorprendieron demasiado cuando Vasco da Gama apareció ante sus costas. Para dar una idea de la actividad frenética de los españoles en esos primeros años, pasaré revista a los principales proyectos que idearon y las empresas que acometieron: 1) Conquista de las islas Molucas: expedición fracasada de Gómez Pérez Dasmariñas en 1593, expedición fracasada contra Ternate en 1603, expedición de 1606 de Pedro Bravo de Acuña, que acabó conquistando Ternate; 2) Guerra contra el Sultanato de Borneo (1578), donde España ayudó a una de las dos partes en una guerra civil. Le siguió otra expedición más modesta en 1582; 3) Intervención en Camboya de 1593 a 1597. Durante unos pocos años unos aventureros españoles controlaron el reino e incluso después de nuestra expulsión y del fracaso de la expedición enviada en 1597, hubo quienes siguieron defendiendo que Camboya debía ser nuestro trampolín para realizar nuevas conquistas en el Asia continental; 4) Conquista de Siam: no pasó de ser una ensoñación durante los años en los que los asuntos de Camboya nos eran tan favorables; 5) Conquista de Champa, en el sur de Vietnam por motivos parecidos a los referidos a la conquista de Camboya y Siam: la defensa de las Filipinas y poner un pie en el continente; 6) Conquista de China. Manel Ollé en “La empresa de China” ha relatado los planes disparatados que algunas mentes calenturientas de Manila concibieron para conquistar China. La idea subyacente es que China podría conquistarse con tan pocos hombres como hicieron falta para conquistar el imperio inca. A partir de 1620, España comenzó a ponerse a la defensiva en Asia. España en lo sucesivo pasaría en muy raras ocasiones a la ofensiva. En 1626 mandó una expedición a Formosa, en cuya parte norte los españoles se mantuvieron durante 16 años. En 1636 y 1637 hubo expediciones contra los sultanes de Mindanao y Joló. Las causas de este cambio de mentalidad fueron muy numerosas. Las enumeraré: 1) La Monarquía Hispánica tenía demasiados frentes abiertos. Había conciencia de la importancia de Asia, pero era más urgente todavía derrotar a los protestantes en Europa Central, someter a los rebeldes holandeses, proteger el Brasil portugués de los holandeses, proteger el Caribe de las depredaciones de los piratas… Demasiados compromisos. De hecho la incapacidad de la Monarquía Hispánica de defender adecuadamente las posesiones portuguesas, especialmente las asiáticas, fue una de las razones de la guerra de independencia portuguesa de 1640. Ante la llegada de holandeses e ingleses al Indo-pacífico a comienzos del siglo XVII, la primera reacción fue el envío de una serie de expediciones extraordinarias desde Lisboa al Estado da India para su protección, al tiempo que se reforzaban sus fortalezas. Esta medida cesó en 1608 por la falta de recursos. A partir de 1610 se probó a sustituir esas expediciones extraordinarias por el envío de socorros a Manila. Este diseño incluía la colaboración en el Indo-pacífico de españoles y portugueses. También incluía el refuerzo de las posiciones ibéricas en África para frenar la llegada de flotas inglesas y holandesas. 2) Filipinas dependía del Virreinato de la Nueva España. Inevitablemente, para los Virreyes novohispanos, la prioridad estaba en defender México, donde había dos amenazas principales: la de los pueblos indígenas de la frontera norte y la de los piratas en la costa del Caribe. Dada la lejanía de España y el fracaso de los planes de establecer una ruta directa Cádiz-Filipinas, cualquier tipo de socorro militar tenía que venir necesariamente del Virreinato de la Nueva España. Asimismo, las decisiones concernientes a Filipinas se tomaban principalmente en Nueva España. España estaba demasiado lejos. En el mejor de los casos, entre el envío de una noticia y la recepción de las instrucciones desde Madrid, podrían transcurrir dos años. Historia Tags CamboyaEspañaEstado da IndiaFilipinasIslas MolucasManel OlléSultanato de BorneoVirreinato de Nueva España Comentarios Emilio de Miguel Calabia el 17 jun, 2023