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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

Antes de la catástrofe (3)

Emilio de Miguel Calabia el

El 9 de octubre de 1970 finalmente fue proclamada la República. Que fuera proclamada significaba que Lon Nol había terminado por convertirse efectivamente en el hombre fuerte del régimen, para lo cual su control sobre las FANK había sido clave. Poco después se formaron dos partidos políticos: el Partido Demócrata, cuyo principal líder era Son Ngoc Thanh, un opositor tradicional a Sihanouk, y el Partido Republicano de Sirik Matak. Lon Nol se las ingenió para colocarse “au dessus de la mêlée”, mientras encargaba a su hermano Lon Non de hacer labor de zapa con los dos partidos para impedir que se consolidasen como fuerzas reales.

El inicio de 1971 fue cualquier cosa menos reconfortante. En enero comandos norvietnamitas atacaron el aeropuerto de Pochentong, próximo a Phnom Penh, y destruyeron la modesta fuerza aérea camboyana (10 aviones y 4 helicópteros). Dos semanas después Lon Nol sufrió un ictus leve y tuvo que ser evacuado a Honolulu, donde se recuperó con rapidez. No obstante, esto, en combinación con el ataque a Pochentong, convenció a muchos de que su liderazgo estaba condenado y había que ir buscándole un reemplazo. Posiblemente ése habría sido el momento de Sirik Matak, si Lon Non no hubiese estado al quite y con gran habilidad hubiese conseguido maniobrar para guardarle la silla a su hermano hasta que hubiese regresado de EEUU. Aquí Lon Non se vio ayudado por los norteamericanos, que no querían ni oír hablar de reemplazar a Lon Nol en una situación complicada como aquella en la que se encontraba Camboya. Ya habían aprendido en Vietnam del Sur con la deposición del Presidente Ngo Dinh Diem lo que ocurre cuando juegas alegremente a cambiar unos líderes por otros en medio de una guerra.

El 2 de abril Lon Nol regresó a Camboya un tanto debilitado físicamente. La opinión pública cada vez se sentía más preocupada y dudosa sobre sus capacidades. El primer aniversario de la deposición de Sihanouk pasó sin pena ni gloria. Es más, algunos empezaron a echarle de menos.

En julio se lanzó la operación Chenla II para abrir toda la carretera 6. Los objetivos político-estratégicos eran similares a los de Chenla I; ahora se les añadió también el de aliviar la presión sobre los planes de vietnamización de los norteamericanos. Nuevamente las FANK se encontraron con poca resistencia. Llegaron a Khompong Thom y cantaron victoria. El General norteamericano al frente de la MACV (Mando de Asistencia Militar a Vietnam) Creighton Abrams comentó con cierto escepticismo que los camboyanos habían conseguido abrir un frente con una longitud de sesenta kms y una anchura de un metro; vamos, que controlaban la carretera y, con suerte, los arcenes.

A comienzos de octubre, con el éxito de Chenla II fresco, Lon Nol pudo dedicarse a jugar un poco a la política. Primero cesó al Ministro de Interior, In Tam, que era un poco demasiado popular, y formó un nuevo gobierno. A continuación, como el mandato del Parlamento había expirado y no quería arriesgarse a celebrar elecciones, Lon Nol ordenó por decreto que las cámaras se transformaran en cortes constituyentes para superar “el juego esteril de la democracia liberal obsoleta”. ¡Y éstos eran los aliados del llamado Mundo Libre! Dos tercios de los parlamentarios aplaudieron la medida.

El General Abrams tenía razón y Lon Nol había cantado victoria demasiado pronto. Justo cuando acababa de celebrarse la victoria de Chenla II e iba a comenzar la fase de pacificación, la noche del 27 de octubre tropas norvietnamitas atacaron el centro del dispositivo de las FANK en la carretera 6. Las tropas de las FANK resistieron como pudieron, formando bolsas de resistencia que a lo largo del mes de noviembre fueron siendo pulverizadas una tras otra. Al final de la batalla las FANK habían perdido quince batallones con su equipo. Unos 12.000 hombres. La situación sólo se estabilizó gracias a que la aviación norteamericana comenzó a bombardear las posiciones enemigas.

Los desastres militares de noviembre hicieron que a comienzos de diciembre Sirik Matak y otros políticos intentaran que Lon Nol dejase de dirigir el esfuerzo bélico y aflojase también las riendas del gobierno. Algunos comenzaron a pensar que la guerra estaba perdida y recomendaron que Lon Nol entrase en conversaciones con Sihanouk. Sihanouk no quiso, y aunque hubiera querido los altos escalones de las FANK no deseaban las negociaciones.

Desde finales de 1971 Lon Nol empezó a parecer un boxeador sonado que había perdido contacto con la realidad. Ajeno a su creciente impopularidad, a la desmoralización y a la corrupción rampante, su obsesión era mantenerse en el poder. El 10 de marzo de 1972 suspendió las deliberaciones de la asamblea constituyente y anunció que en lo sucesivo él ocuparía la Jefatura del Estado en lugar de Cheng Heng, al que veía demasiado próximo a Sikir Matak e In Tam. El 12 de marzo, constatando que los últimos movimientos de Lon Nol le habían dejado en una posición insostenible, Sirik Matak dimitió como Primer Ministro. Con motivo del segundo aniversario del golpe Lon Nol se autoproclamó Presidente y Ministro de Defensa. Para el puesto de Primer Ministro, que había quedado bastante desprovisto de poder real, designó Son Ngoc Thanh que de haber sido un político opositor pugnaz en sus años jóvenes había pasado a convertirse en uno de esos políticos que, con tal de pisar moqueta, hacen lo que sea. Por cierto que Son Ngoc Thanh fue su sexta opción. Los cinco políticos a los que previamente había ofrecido el cargo, declinaron el dudoso honor.

En abril finalmente se promulgó la Constitución que, modelada según las constituciones de Francia y Vietnam del Sur, reforzaba los poderes del Presidente. Los estudiantes encabezaron las protestas contra la Constitución. La respuesta del régimen fue dura. El Ejército asaltó la Facultad de Derecho de Phnom Penh el 27 de abril, provocando una cifra indeterminada de muertos. La ruptura entre Lon Nol y la juventud fue total. Una víctima colateral del enfrentamiento fue Son Ngoc Thanh, cuya popularidad cayó en picado y ya no se recuperaría.

Lon Nol convocó elecciones presidenciales para el 4 de junio. Buscaba que fueran una suerte de plebiscito que le otorgase casi el 100% de los votos. Para ello, confiaba en no tener que competir más que con alguna nulidad. Para su disgusto In Tam y Keo An, el decano de la Facultad de Derecho de Phnom Penh, se presentaron. Resulta difícil juzgar las motivaciones de Keo An, que hizo una campaña poco sonora en la que afirmó que en caso de victoria traería de regreso a Sihanouk. No podía ocultársele que, presentándose, dividía los votos de la oposición y dificultaba la derrota de Lon Nol.

La campaña fue sucia y violenta. Lon Nol, con la inestimable ayuda de su hermano, empleó todos los trucos sucios que pudo para poner palos en la rueda a sus rivales. El día de las elecciones hubo numerosas irregularidades, empezando por la desaparición de las urnas. Como era de esperar Lon Nol triunfó con el 55% de los votos. In Tam consiguió el 24% y Keo An, el 20%. Lon Nol ganó en las zonas rurales y entre las FFAA, mientras In Tam, a pesar del fraude, se impuso en las ciudades. La intelectualidad y las clases medias que habían apoyado el golpe de marzo de 1970, ya no seguían a Lon Nol.

Lo siguiente fue organizar elecciones legislativas para septiembre. Los dos principales partidos de oposición las boicotearon, ante la certeza de que las elecciones serían fraudulentas y la constatación de que la ley electoral estaba sesgada en favor del Partido Social-Republicano de Lon Nol. Sin competidores, éste se hizo con los 126 escaños en juego. Tras las elecciones, Lon Nol cesó a Son Ngoc Thanh, que partió a Vietnam del Sur, después de haber conseguido cero en ese tiempo. Lo sustituyó por Hang Tuk Hak, una nulidad próxima a Thanh, pero que podía ser más conveniente en caso de negociaciones con los comunistas.

Para el otoño de 1972, la República Khmer era un barco sin timón, que había perdido el rumbo. Dependiente de la ayuda norteamericana, que era vista como un maná inagotable que proporcionaba incontables vías de enriquecimiento, los políticos camboyanos se desgastaban en querellas inútiles; habían perdido la visión de conjunto y, peor todavía, no tenían ni idea de que camino seguir. Las FANK, pésimamente dirigidas y podridas de corrupción, estaban desmoralizadas y esperaban que los norteamericanos les ganasen la guerra con sus bombardeos.

EEUU estaba cada vez más nervioso con la deriva del país. El 22 de octubre el asesor presidencial Henry Kissinger hizo una breve parada en Phnom Penh para informar a Lon Nol sobre la marcha de las negociaciones de París entre EEUU y las facciones vietnamitas. Es dudoso que Lon Nol captara el mensaje que Kissinger quiso transmitirle: la paz en Vietnam está al alcance de la mano y pronto no vais a poder dar por descontada la ayuda militar norteamericana, mejor que os vayáis poniendo las pilas.

Tres meses después el Vicepresidente norteamericano Spiro Agnew hizo una breve escala en Phnom Penh y ya no se anduvo por las ramas. Le dijo que tenía que lograr un alto el fuego con los comunistas, como el que se había establecido en Vietnam y que debía ampliar su base política, recuperando a los opositores de los que se había deshecho. In Tam y Sirik Matak declinaron la invitación para subir en el Titanic de Lon Nol.

En el momento en que sentía que los norteamericanos le dejaban caer y que la situación aparecía más sombría que nunca, Lon Nol recurrió a esas dos herramientas que (casi) nuncan fallan: la ideología y la magia. Introdujo el Neo-khemerismo, una ideología racista y xenófoba, que combinaba una leve pátina de teorías económicas modernas mal digeridas, principios budistas, evocaciones de las glorias de Angkor y mucho odio hacia los tailandeses y los vietnamitas. Al mismo tiempo se llenó de amuletos, cartas astrológicas y chamanes que le ayudarían en la “guerra santa” contra los paganos comunistas.

 

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