Ludmila Vinogradoff el 23 ago, 2016 Si hay algo que el régimen de Nicolás Maduro le tiene terror es al pueblo en la calle. El hombre no duerme. Y tiembla de solo pensar en la gran marcha de Caracas que ha convocado la opositora Mesa de la Unidad Democrática para el 1º de septiembre. El miedo a una gigantesca manifestación de un millón de personas solo se compara a la que vivió su antecesor Hugo Chávez el 11 de abril de 2002, que derivó en una intentona golpista. Pero Maduro sabe que los manifestantes no necesitan ir a Miraflores para tumbarlo porque de hecho ya está caído en las encuestas. Maduro bloquea las entradas a Caracas Nadie lo quiere. Apenas 1 de cada 10 venezolanos, según la encuestadora “Alfredo Keller“. Los manifestantes del 1-S tienen motivos de sobra para protestarlo y pedir pacíficamente su salida, van a pedir la fecha del referéndum revocatorio, la de los comicios regionales, la liberación de los presos políticos y contra el hambre y la violencia. Cada paso que da Maduro es para hundirse más en el pantano. Teme medirse en las urnas porque sabe que va a perder de calle. Y lo que más le horroriza es que una gigantesca manifestación le grite a una sola voz que se vaya. Por eso es que amenazó con ser más represivo y severo que Erdogán de Turquía. Por eso también es que le pidió a la Fuerza Armada Nacional que cierre los accesos viales a la capital. La ciudad tiene tres puertas: la de Tazón, que comunica todo el centro y occidente, la de Petare, todo el oriente y la Guaira con el aeropuerto de Maiquetía. La directora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, advirtió en su cuenta de twitter que la FAB ha iniciado planes “defensivos” para la marcha del 1-S. Y mostró las fotos de tanquetas, barricadas de cemento bloqueando la entrada del túnel Boquerón de la autopista de la Guaira. Mientras Maduro pone más obstáculos para la gran marcha, denominada “La toma de Caracas”, más gente quiere venir a la capital. Es el gran desafío que se está expresando desde el interior. No hay nada que detenga a los manifestantes. el sacerdote Lenín Bastidas Uno de ellos es el sacerdote Lenín Bastidas Villegas, párroco de Nuestra Señora de la Soledad, en el estado Anzoátegui, emprendió este 21 de agosto una caminata hacia Caracas por la paz y la reconciliación de Venezuela. “Ya no soporto ver más el sufrimiento de niños, jóvenes y ancianos. Hombres y mujeres deambulan en Venezuela de un lado a otro buscando comida y medicamentos, y yo como sacerdote no me puedo quedar de brazos cruzados sin hacer nada por ellos”, dijo el representante eclesiástico al portal Aleteia. El sacerdote informó al portal que tiene prevista una caminata por la ruta del llano oriental venezolano por las ciudades de El Tigre, Valle de la Pascua, El Sombrero, San Juan de los Morros, Maracay, Valencia y Caracas. el sacerdote hace camino “No quiero que mi pueblo corra el peligro de que se vayan a masacrar unos con otros mientras los políticos después se pelean el puesto de gobierno. Por eso voy a adelantarme a esa fecha para promover y anunciar la paz entre los venezolanos”, dijo el cura Bastidas. Su ejemplo fue copiado por un grupo de indígenas del Amazonas, sur de Venezuela, que vienen a pie y descalzos a sumarse a la gran marcha de la capital. Indigenas del Amazonas políticaSociedad Tags 1 de septiembre.caracasgran marchanicolás maduro Comentarios Ludmila Vinogradoff el 23 ago, 2016