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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

Devuelvan los taxis

Ludmila Vinogradoff el

Como es habitual en las campañas electorales el chavismo repartió viviendas, bolsas de comida, neveras, cocinas y taxis para que los electores votaran por los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela en las pasadas parlamentarias del 6 de diciembre.

Los taxis

Pero esta vez, la compra de conciencias no funcionó. Con su populismo ramplón el gobierno no pudo imponer el ventajismo y el uso de recursos públicos para su propio beneficio. La gente recibió los artefactos pero perdió el miedo al chantaje y no votó por los chavistas. Prefirió abstenerse y no votar por los responsables de la escasez, las colas y la inflación.

La misión de las viviendas populares, las becas y los programas sociales han estado bajo revisión del gobierno para ver quien votó y quien no. Por represalia política a muchos les han quitado su vivienda y el puesto de trabajo según denuncian los afectados.

Ante la derrota electoral,  el mismo presidente Nicolás Maduro decidió avisarles a los conductores de los 10.000 taxis que repartió durante la campaña legislativa que devuelvan los vehículos sin dar explicación de su extraña orden.

Lo dijo en su programa televisivo “En Contacto”. “¿Qué pasó con los taxis¿. Voy a recoger todos esos taxis y ver qué están haciendo. Lo lamento a veces pagan justos por pecadores”.

Al parecer muchos de los taxistas no votaron por los chavistas. Y no hay manera de comprobar que hayan roto el compromiso de hacerlo porque el voto es secreto. Los taxis eran usados para acarrear a los chavistas hasta el centro de votación.

Los taxis no son propiedad de Maduro sino de todos los venezolanos porque están pagando un crédito contraído con el Fondo Chino de un plan de transporte para traer 100.000 unidades y reemplazar las viejas.

La oposición ha prometido lanzar una ley desde la Asamblea Nacional para que el beneficiario de la vivienda popular tenga titulo de propiedad y así nunca más sea objeto de chantaje electoral. Es probable que haya una solución parecida con los taxis.

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