Las colas ocultas

La verdadera guerra que ha emprendido el presidente Nicolás Maduro contra las colas es desapareciéndolas de la faz de la tierra como si fuera a barrer el polvo por debajo de la alfombra. Otra manera de combatir la fila de consumidores es encarcelando a los gerentes y empresarios de los supermercados y farmacias (caso Farmatodo), y de paso decomisando a la fuerza sus productos para venderlos en los establecimientos públicos como Bicentenario, Mercal y Pdval. Insólita justicia social que practica el régimen chavista. No distribuye la riqueza que no produce, sino que la despoja y se la entrega a sus clientes como si fuera de ellos, como es el caso de la cadena de supermercados “Dia a Día”.

Para disimular que en Caracas ya no hay colas en los supermercados estatales Bicentenario al gobierno se le ha ocurrido una idea genial. La sucursal de Bicentenario en la Plaza Venezuela habilitó en su estacionamiento o parking el espacio con sillas para que los clientes hagan colas de manera cómoda y no bajo el sol inclemente de la calle como una manera de ocultar la fila “subversiva” a la vista de todo el mundo.