El verano está a la vuelta de la esquina y es inevitable pensar en el inminente cambio de armario que se nos viene encima. Ropa más ligera, menos tela, el traje de baño… más de uno estará entrando ya en pánico y es posible que le ronde por la cabeza el comenzar con una drástica dieta que le ayude a alcanzar el peso deseado.
Esto la industria lo sabe, y no es de extrañar que empiecen a aparecer métodos, dietas y cientos de productos que prometen resultados rápidos y sin esfuerzos… la magia. Durante estos días, que estamos en plena efervescencia con esto de la operación bikini, me he hecho una pregunta, y te la hago a ti también: tú, ¿crees en la operación bikini? Desde luego a mí no me gusta como se plantea esa pérdida de peso tan drástica, que en muchos casos se aleja de lo que los profesionales entendemos como una dieta saludable: Diuréticos, laxantes, eliminar grupos de alimentos, sustituir comidas por batidos… todo ello unido a un mensaje en el que todo vale para alcanzar el objetivo. Pero ojo, la salud puede estar en juego.
Entonces, operación bikini, ¿sí o no?. Yo, pensándolo bien digo, operación bikini SÍ, ¿por qué no? Pero con un plan a medida, guiado por un profesional y con cabeza.
Con los años, me he dado cuenta que cuando un paciente cuenta con la ilusión, el empuje y las ganas, no hay que decirle que no es momento, siempre es un buen día para cambiar los hábitos y mejorarlos. Cada uno tenemos nuestra motivación y debemos acogernos a ella para avanzar en cualquier área de nuestra vida. La operación bikini puede ser una excusa genial para empezar a practicar ejercicio físico y comer mejor, lo que nos llevará a corto y largo plazo a mejorar nuestra salud y por ende la de las personas que nos rodean, porque los hábitos son contagiosos.
Así que, si estás dispuesto a comenzar la operación bikini procura rodearte de los profesionales adecuados y sobretodo huir de aquellos métodos que puedan poner en peligro tu salud.
Detectar una dieta milagro es fácil, suele cumplir con estas premisas:
- Promesas de pérdida de peso rápidas y sin esfuerzo (los que tenemos una edad ya sabemos que todo en esta vida cuesta un esfuerzo)
- Suelen ir acompañadas de productos, suplementos o fármacos.
- Utilizan la imagen de famosos para proclamar las bondades de la dieta.
- Suelen eliminar grupos de alimentos, como los hidratos de carbono.
- Se basan en las propiedades de un alimento concreto, como la piña, la alcachofa o la manzana.
Mi conclusión, operación bikini SÍ, pero con cabeza. Mi consejo, si empiezas ahora una dieta o un cambio de hábitos, ten paciencia porque lo vas a conseguir. Merece la pena ir más despacio pero seguro. Una pérdida de peso bien planteada no te va a producir el temido efecto rebote, te ayudará a perder lo que realmente hay que perder que es masa grasa y conseguirás tu objetivo.
De esta manera quizás esta sea tu última operación bikini si tomas una buena decisión.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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