Sandra Serrano
La XXVII edición de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) supera con creces la cifra de participación de la temporada anterior. Sin duda alguna, un motivo de celebración para todos los integrantes de la competición de ECM.
El apoyo de los colegios y de las familias al deporte escolar aparece reflejado en un aumento considerable en el número de equipos participantes. El plazo de inscripciones del año pasado se cerró con 812 equipos; este año, la cifra asciende hasta 831, diecinueve equipos más.
En los tres últimos años, las tres modalidades deportivas de la competición de ECM, baloncesto, fútbol sala y voleibol, han crecido de forma progresiva; sin embargo, por segundo año consecutivo el voleibol vuelve a destacar por encima de las otras dos.
Las razones del incremento pueden deberse a varias circunstancias; entre ellas, la adaptación de los Juegos Deportivos de ECM al calendario escolar con la finalidad de conciliar la actividad deportiva de los niños con la vida familiar. Por otro lado, también destaca la labor fundamental de los árbitros y de los informadores, la comunicación entre los coordinadores de los centros y el Departamento de Deporte Escolar y Valores (DEYVV), las equipaciones patrocinadas por McYadra incluidas en la inscripción de los equipos desde la categoría prebenjamín hasta la categoría sénior, y los medios de comunicación que cubren la competición como, por ejemplo, este mismo blog de ABC o la revista Gigantes Junior.
En menos de un mes, miles de jugadores saldrán de sus casas para celebrar la primera jornada, sábado 14 de noviembre, dispuestos a disfrutar de su deporte preferido y llevarse consigo la mejor de las experiencias. Según, David Atienza, Responsable Arbitral, “detrás de una jornada hay muchas horas de preparación y dedicación, muchas personas entregadas a este maravilloso proyecto; por ello, esta noticia es una recompensa al trabajo realizado por todos aquellos que creemos y confiamos en el espíritu de los Juegos”.
Los componentes del DEYVV tienen claro el desafío, por encima de las cifras priman los objetivos cualitativos; por ello, continuarán apostando por un arbitraje didáctico y un trato permanente y personalizado con los centros educativos como rasgo de identidad de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas.
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