La Escuela Deportiva Franciscanas, del colegio Ntra. Sra. del Sagrado Corazón, viene trabajando desde hace mucho con un decálogo de valores deportivos y otras actuaciones como la lectura de un manifiesto reivindicando el juego limpio, entregando un diploma en cada partido al jugador más deportivo, participamos y promovemos todo tipo de eventos solidarios y trabajamos con nuestros alumnos y familias para que todos estos proyectos no se queden en papel y que todos lo llevemos a la práctica para que el deporte sea una gran herramienta a la hora de educar en valores.
Recientemente, resultamos premiados en el ‘Trofeo Fair Play Challenge’ de Escuelas Católicas de Madrid precisamente por ello. Nos gustaría transmitir ese decálogo a todas las personas que quieran tomarse la vida con “deportividad y valores”.
Este tiempo de confinamiento y “parón”, nos ha hecho pensar en que, cuando -tras la “desescalada”- volvamos a lo que llaman “nueva normalidad”, será bueno que la novedad de esta sea que los valores la presidan de verdad, en peques y mayores, en la cancha o fuera de ella.
A continuación, plasmamos nuestro decálogo en negrita. Luego van nuestras propuestas también para la vida “fuera de la cancha deportiva”.
Aquí las tenéis:
1. Sé educado antes, durante y después del partido. Aplicable en nuestro día a día. ¡Cada jornada empezamos un partido nuevo! Con la familia, en el trabajo, con los amigos, con la sociedad… Sé educado: la educación es la base para una convivencia sana.
2. Compite siempre de forma limpia. No hay mayor recompensa que conseguir objetivos merecidos, ganados con el esfuerzo, sin trampas para alcanzarlos. En tu particular “competición”, recuerda: no se trata de ser mejor que otro, se trata de ser mejor que ayer.
3. Respeta al árbitro, rivales, compañeros y público. Cada uno juega su papel: tu familia, amigos, colegas, jefes… El respeto es básico para vivir en paz y en armonía. No tenemos por qué compartir las mismas ideas u opiniones; la diversidad enriquece; siempre -eso sí- que todos cumplamos las reglas de juego.
4. Anima a tus compañeros tolerando sus errores. Nadie es perfecto. Todos podemos y debemos mejorar, y apoyarnos para que ello suceda. Más allá de los errores, estamos las personas. Es en los errores cuando unos y otros debemos animarnos a “levantarnos y recomenzar”; así hacemos equipo y sociedad. Y juntos, podemos superar cualquier obstáculo, porque ¨somos un equipo y unidos somos más fuertes¨.
5. Discúlpate cuando sea necesario y acepta las disculpas del rival. Pedir perdón no es humillarse, es reconocer que fallamos y queremos cambiar. Aceptar las disculpas es fácil si te pones en lugar de quien las pide: verás su nobleza y humildad.
6. No te aproveches de circunstancias ajenas al juego. No queramos alcanzar victorias en nuestra vida fuera de la cancha o por azar. Los partidos se ganan peleándolos. Decía Jefferson: ‘Yo creo mucho en la suerte. Cuanto más trabajo, más suerte tengo’. El trabajo va siempre antes que el éxito, salvo en el diccionario.
7. Ayuda en su difícil tarea a los árbitros aceptando sus decisiones. También en la vida hay un reglamento que cumplir. En el terreno de juego, los árbitros son los encargados de hacer que se respete. En nuestra sociedad son nuestros padres, profesores, entrenadores… la policía y hasta los jueces. Aquellas personas que son un referente de autoridad, cuando tratan de corregirnos lo hacen por nuestro bien y por el de todos: para que, en un ejercicio reflexivo, aprendamos a tomar las decisiones adecuadas.
8. No muestres acuerdo con tu afición cuando menosprecie al rival o árbitro. No podemos caer en el error de “envalentonarnos” junto a las masas o unirnos a los insultos o malos gestos hacia nadie; son actitudes feas, que provocan dolor o conflictos innecesarios; podemos mejorar muchas cosas, precisamente, si demostramos que no queremos entrar en ese “juego”.
9. Esfuérzate, que E.D. FRANCISCANAS sea un modelo de deportividad y buen comportamiento. Que un club, o un colectivo, sea modelo para otros depende de la conducta de cada una de las personas que lo integramos. Si quieres ayudar a mejorar la sociedad, empieza por hacerlo tú.
10. Trasmite los valores de E.D. FRANCISCANAS. La mejor manera de transmitir los valores es vivirlos. El mejor educador es Fray Ejemplo. Y una acción es la mejor lección. Sé consciente de que, a veces, tus actos hablan tan alto que no dejan oír lo que dices. Por eso, como señalaba San Francisco de Asís, “predica el evangelio en cada momento; y si es necesario utiliza incluso las palabras”.
Es fantástico alcanzar un premio tan deseado por una escuela deportiva. Pero lo mejor es comprobar cómo nuestros alumnos trabajan por ser personas de bien, con valores que dejarán huella, porque han aprendido a aportar lo mejor de sí mismos a los demás. Y eso -dar- es recibir… un gran premio.
David Carrasco Martín
Coordinador Escuela Deportiva Franciscanas
Colegio Ntra. Sra. del Sagrado Corazón, Madrid
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