Este serial sobre reglas de juego comenzó prometiendo destacar las curiosidades del reglamento de fútbol sala FIFA 20-21. Esta regla, la 8, trae una novedad que es realmente curiosa. Esa novedad es que el saque inicial puede realizarse hacia detrás, cuestión que ya se había aplicado en la temporada 19-20 en los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM). Podría parecer como sí FIFA hubiera copiado las innovaciones introducidas por ECM, pero simplemente es que esta se adelantó e interpretó que, con la progresiva “futbolización” del futsal, en breve se instauraría esta nueva forma de iniciar el juego en la pista del 40*20, copiando lo que ya se hacía en el campo de fútbol 11 desde varias temporadas atrás.
Otra novedad que ha traído la temporada 20-21 es que el ganador del sorteo inicial vuelve a poder elegir entre campo o saque, cuando hasta la temporada pasada el ganador tenía que decidir obligatoriamente hacia qué portería atacaba, sin tener opción alguna a elegir “balón”. Ahora, si el ganador eligiera el “balón”, el perdedor efectuaría el saque en el primer período, pero si eligiera el campo, el saque correspondería al perdedor del sorteo en la primera mitad.
Además de lo mencionado hasta el momento hay más cambios en esta regla. Otro de ellos es que antes no se podía conseguir gol de manera directa desde el saque de centro, mientras que ahora se puede conseguir, pero, con un matiz, solo contra la meta contraria, es decir, si lo meto de manera directa en propia meta, se concedería un saque de esquina para el equipo rival. No obstante, en cuanto tocase un segundo jugador, el gol sí tendría validez en portería propia, porque ya no se consideraría que el gol se ha conseguido de manera directa.
Por otro lado, también ha sido modificado el procedimiento del balón al suelo, que es una forma de reiniciar el juego, cuando este haya sido detenido por los árbitros por un motivo no contemplado por las reglas, es decir, que entre un balón al campo e interfiera en el juego, que se vaya la luz del pabellón, que entre un espectador, que el balón toque en el árbitro y vaya directamente a gol, que el balón impacte en el árbitro y cambie de posesión, que el balón dé en el árbitro y se inicie un ataque prometedor, etc.
Anteriormente, el balón al suelo podía ser disputado por los dos equipos, aunque a veces alguno por cortesía renunciase a disputarlo. Ahora es obligatorio que solo lo dispute un jugador del equipo que disponía de la posesión en el momento de la interrupción, salvo que el último toque se hubiera producido dentro de área o que el balón se encontrase dentro de esta en el momento de la interrupción. En estos dos casos, el balón a tierra lo disputaría el portero defensor en su área.
También se establece que el resto de jugadores de ambos equipos deben permanecer al menos a dos metros de distancia del esférico hasta que este entre en juego, es decir, hasta el momento en que toque el suelo.
Por último, al hilo del balón a tierra, antes no estaba permitido anotar un gol directo, pero sí podía lograrse si el mismo jugador que lo ganaba tocaba el cuero dos o más veces antes de conseguirlo. Ahora, en cambio, es necesario que intervengan al menos dos jugadores para que un gol suba al marcador tras un balón al suelo. En caso de que la pelota entre directamente a gol en la meta contraria, será concedido por el árbitro un saque de meta y, si se introduce directamente en el propio arco, el colegiado concederá un saque de esquina para el conjunto adversario.
Javier Esteban
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