ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs ABCNClase por ABCnClase

Héctor Martín, tras poner rumbo a 2ªB: “Mi propósito ha sido dar la mejor formación a todos en Obispo Perelló”

Héctor Martín, tras poner rumbo a 2ªB: “Mi propósito ha sido dar la mejor formación a todos en Obispo Perelló”
Héctor (izquierda), junto a José Lucas Mena, entrenador del Aspil-Jumpers Ribera Navarra (centro) y a Manuel Puche, coordinador de Obispo Perelló (derecha)
ABCnClase el

Hace unos días se conocía la noticia de que Héctor Martín, entrenador de la Agrupación Deportiva Obispo Perelló, fichaba por un club semiprofesional para la temporada 20-21. El Unión Tres Cantos, de la 2ªB, la tercera categoría del fútbol sala español, cerraba la incorporación del joven entrenador del colegio del Barrio de la Concepción. El hasta ahora entrenador del Juvenil de División de Honor, y con una larga trayectoria como jugador y entrenador en los Juegos Deportivos de ECM, nos cuenta cómo está viviendo estos momentos tras el fichaje.

Lo primero es saber cuánto ilusiona a nuestro protagonista un reto de este calibre. “La ilusión es enorme principalmente por eso, porque es un reto”, asegura Héctor “Los retos están cargados de enseñanzas para seguir creciendo. El contexto es nuevo, lo que provoca especial interés por vivirlo”, confiesa. “Me siento preparado y con ganas de trabajar para alcanzar la mejor versión de mí mismo y ponerla a disposición del equipo”, expresa el nuevo entrenador de Unión Tres Cantos.

Pese a que reconoce que sí se imaginaba poder alcanzar un reto así a lo largo de su vida, a sus 28 años, Héctor no esperaba tener esta oportunidad tan pronto. “No era algo que esperaba que surgiera esta temporada. Realmente mi propósito siempre ha sido formarme con la intención de dar la mejor formación posible a cualquier jugador que se cruzara conmigo en la Agrupación Deportiva del Obispo Perelló”, asegura. “Era mi combustible, lo que ha hecho que yo fuera feliz entrenando. Eso me ha ayudado a formarme como para tener la seguridad de que tengo la capacidad de entrenar en una división como 2ªB”, argumenta Héctor.

Para Héctor se trata de la primera experiencia lejos del patio del colegio Obispo Perelló. “Siendo jugador y entrenador siempre he estado en el Obispo Perelló”, cuenta Héctor, que formó parte de los equipos como jugador desde infantil hasta sénior. Sin embargo, su inicio como entrenador fue precoz, augurando una gran carrera ya desde el inicio. “Empecé con 14 años siendo ayudante de otros entrenadores”, explica.

Ese fue el inicio de una carrera como entrenador en los Juegos Deportivos de ECM que, salvo un parón obligado por los estudios, ha permanecido activa. “Terminar la carrera fue un punto de inflexión. Esta me exigía lo suficiente como para no centrarme todo lo que me gustaría en entrenar, y una vez terminada, empecé mi primer año como entrenador en una liga federada”, relata. Después llegarían los ascensos en la competición federada hasta llegar a División de Honor. “Hasta entonces siempre entrené en ligas escolares, lo cual nunca he dejado de hacer hasta esta última temporada en División de Honor”, cuenta.

Héctor confiesa que siempre tuvo curiosidad por entrenar. “Con 16 años mi libro de cabecera era ‘Entrenamiento Integrado’, de Andrés Sanz”, expresa. “Pero el punto de inflexión llega cuando dejo de jugar. Fue una temporada dura a nivel personal, perdí a una persona tras una larga enfermedad, mi nivel fue bajo y me frustré”, se sincera. “Tras dejar de jugar, empecé como ayudante de Manuel Puche (coordinador de Obispo Perelló) en juveniles, donde fui un privilegiado al ver dos ascensos seguidos y al recibir un auténtico máster de gestión de grupo y de cómo influir positivamente en las personas”, relata Héctor. “Si antes tenía claro que quería seguir formándome para ser entrenador, después de esa experiencia no tuve dudas”, asegura.

Queda claro que su paso por el deporte escolar le ha marcado y le ha hecho aprender en muchos sentidos. “En mi caso una de las cosas que he aprendido es que no hacen grandes recursos para sacar entrenamientos de calidad y poder competir con garantías el fin de semana”, explica. “Cuando un deporte te gusta, da igual dónde practicarlo. Como entrenadores, no podemos hacer que los jugadores pierdan el tiempo”, cuenta Héctor.

Por último, Héctor no se olvida de la gran familia que deja atrás, la gente de Obispo Perelló. “Cada vez que veo algo relacionado con ellos siento una profunda melancolía. Son el reflejo del esfuerzo de muchos jugadores que lo dejaron todo en el campo”, expresa, además de no dudar en recordar los dobles penaltis parados, las jugadas, los goles y los regates de los que hasta ahora eran sus jugadores y de los que se despidió hace unos días en Twitter. “Mi trabajo me impide seguir vinculado como me gustaría, que es entrenando, pero les seguiré viendo. El cariño es absoluto”, concluye.

Iván Hernández

Otros temas
ABCnClase el

Entradas más recientes