Diego Pascual, antiguo alumno del colegio Ntra. Sra. Providencia, compagina sus estudios del módulo de Actividades Físico-deportivas (TAFAD) con sus funciones como entrenador del equipo prebejamín de baloncesto del colegio donde creció.
– ¿Cuánto tiempo llevas al frente del equipo?
– Dos años.
– ¿Has llevado antes otras categorías?
– No, está es mi primera aventura.
– ¿Qué aspectos trabajas en los entrenamientos?
– Un poco de todo, manejo del balón de forma progresiva, tiros y entradas; pero, por encima de todo, la orientación en el campo para no se equivoquen de canasta.
– ¿Cómo crees que debe ser la actitud de un entrenador durante el partido?
– Activa y tranquila.
– Si tuvieras que destacar algún rasgo de la competición de ECM, ¿cuál sería?
– Yo diría que es “casi” familiar porque de enfrentarnos y vernos, nos conocemos de una forma un poco más cercana; además, se promociona la diversión de los niños por encima de la competición.
– ¿Tienes alguna anécdota de esta temporada?
– Sí, por ejemplo, estuvimos un tiempo sin encestar y cuando Rodrigo Manrique metió la primera canasta de su vida y del equipo salió corriendo del campo para abrazar a su padre olvidándose, durante unos minutos, del partido.
– ¿Cuáles son las sensaciones que priman cuando trabajas con una categoría de minibasket?
– Lo más importante es que se diviertan y que aprendan los conceptos básicos.
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