Eduardo Redondo.
La familia del colegio Claret de Madrid continúa creciendo y, una temporada más, vuelve a ser la más numerosa de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM). En total, ha inscrito 39 equipos en la XXXVI edición de esta competición, algo que refleja el buen trabajo que realiza el departamento de deportes del centro y su filosofía, que prima la educación y los valores por encima de cualquier resultado deportivo. Hasta la Calle del Corazón de María nos desplazamos esta semana para hablar con Marina Álvarez, coordinadora de deportes, con Zoili Luis Abreu, delegada de voleibol con más de 30 años de experiencia en el deporte y con Nacho Dutrús, profesor de educación física y delegado de fútbol sala.
Allí se encuentran entrenado dos equipos de voleibol de categoría Alevín Mixto que esta temporada han arrancado con pleno de victorias. Zoili es la entrenadora del equipo que lleva la letra ‘B’. Sin embargo, asegura que en el colegio Claret los equipos no se hacen por nivel, sino por orden de inscripción. “Todos nuestros equipos se forman por orden de inscripción y nunca por nivel. Esta temporada hemos empezado muy bien. Puede ser una gran campaña para los equipos alevines del colegio Claret. Además, como entrenadora, estoy muy ilusionada y las niñas están super emocionadas. Tenemos un gran número de alumnos que han apostado por el voleibol y eso significa que hacemos bien las cosas”, explica la veterana delegada.
En las pistas de abajo, las de fútbol sala, Nacho y Luis entrenan con sus equipos jugadas de estrategia, sin perder de vista que en las categorías base debe primar la diversión. “El deporte en estas edades es fundamental. Como profesor de educación física siempre les digo a los padres que apunten a sus hijos al deporte de equipo que sea, pero que les apunten porque van a aprender muchas cosas que de otra manera les va a costar más tiempo adquirir”, asegura Nacho.
El tema de los valores deportivos es algo que llevan a gala en el colegio Claret y que fomentan en cada entrenamiento. “En el colegio Claret trabajamos mucho los valores que aporta el deporte a nuestros alumnos. La disciplina, la responsabilidad y el compromiso son tres aspectos que yo considero fundamentales dentro de un equipo. Las jugadoras se comprometen a llegar a una hora determinada a los entrenamientos y a los partidos y esto las enseña a ser responsables. El respeto es otro valor fundamental, tanto entre compañeras como con los equipos rivales”, expone Zoili.
En esta misma línea se muestra el entrenador de futsal: “El respeto creo que es el valor fundamental de la competición de ECM y de todos nuestros equipos. También destacaría el buen ambiente que se genera en todos los partidos y que se fomenta cada vez más. Yo he sido jugador de ECM, ahora soy entrenador y profesor y el compañerismo entre colegios es de las mejores cosas que tiene la competición”.
Sin embargo, los dos coinciden en que la sociedad ha cambiado y en que los alumnos crecen más rápido ahora que antes. “La edad de alevines es la más importante en el desarrollo de las niñas. Yo podría entrenar a las infantiles, cadetes o juveniles, pero prefiero esta edad porque es donde se puede enseñar de verdad los valores deportivos. Es el periodo en el que dan el estirón, dejan de ser niñas y se preparan para la vida adulta. Es muy importante que todo lo que aquí aprenden lo trasladen a su día a día, a sus estudios, a sus casas… formamos a las personas del mañana”, asegura Zoili.
Marina Álvarez es la coordinadora de deportes del centro. “Nuestro colegio elige la competición de Escuelas Católicas porque compartimos los mismos valores. Otro motivo muy importante es la buena organización y la comodidad que siempre nos ofrece ECM en comparación con la Federación y las ligas municipales. No hay ningún servicio que se parezca al que ofrece el departamento de Deporte Escolar y Valores de esta institución. También destacaría el buen ambiente de esta competición respecto a otras. Todos los centros somos una piña y estamos siempre dispuestos a echar una mano a nuestros compañeros de otros colegios. Este es un gran pilar de la competición y un beneficio para todos los que formamos parte de ella”, asevera Marina.
En este sentido, Zoile también coincide con su coordinadora: “La competición de Federación en los últimos años se ha vuelto muy sería y yo creo que el deporte está para disfrutar. Cuando te haces mayor y quieres algo más puede estar bien, pero para estas edades en las que buscamos otro tipo de cosas la competición de ECM es la idónea. Se disfruta mucho más, las niñas se lo pasan genial con sus compañeras de clase y se transmiten una serie de cosas que, en los clubes, a veces, se pierden”.
Con una larga trayectoria en la competición y habiendo sido jugador y ahora delegadp, Nacho propone a la organización dar un paso más. “El nivel de la competición es irregular. Hay temporadas en las que te toca un grupo más fácil y otras, como esta, que está súper igualado. Considero que mi equipo era para estar arriba y en las dos últimas jornadas hemos perdido por un solo gol los dos encuentros. Es cierto que siempre hay equipos de primer año a los que les cuesta más y tienen la segunda parte de la temporada en la que se iguala todo, pero, quizás, lo que le falta a ECM es conseguir una competición totalmente pareja en cuanto a nivel desde el principio de la temporada, pero sé que es algo muy difícil y más tratándose de deporte escolar”.
Durante los más de 15 años en los que Nacho ha sido delegado del colegio Claret ha podido vivir experiencias de todo tipo y guarda grandes recuerdos. “Vivir la experiencia de participar en la EMDE, en Torremolinos, fue una oportunidad increíble y que los jugadores disfrutaron al máximo. Juntarte en un hotel con otros colegios de otras ciudades, con la playa al lado y participar en una competición con tanto nivel y tan bien organizada es algo soñado. Fue un momento en el que me di cuenta de lo que puede llegar a unir el deporte. Hablas o comes con otros entrenadores que, además, son profesores como tú y compartes experiencias, es algo muy bonito de vivir”
Como ya hemos dicho, el colegio Claret es el más grande de esta temporada en lo que a número de equipos inscritos se refiere. Pero esto no es casualidad, pues lo son temporada tras temporada. “Este es un colegio en el que se fomenta el deporte desde los tres años. Los profesores hacemos muchas actividades y promovemos cualquier tipo de deporte. Sinceramente, pienso que si Escuelas Católicas sacara una competición de esgrima el colegio Claret estaría presente. Yo fui de los pioneros en el voleibol sin tener ni idea, pero el colegio dijo: “hay que sacar este deporte” y nos lanzamos. El deporte es una ilusión para los alumnos y la competición es otra oportunidad de aprendizaje. En este sentido los entrenadores nos involucramos mucho y fomentamos que los chavales quieran estar en los equipos del colegio para hacer deporte con sus amigos”, concluye Dutrús.
Zoili también lo tiene claro: “A nosotros nos gusta tratar a los equipos como un espacio en el que prime la diversión, en el que todos los alumnos son bienvenidos y todos tienen su momento en el que sentirse importantes. Los delegados nos esforzamos por ayudarles a superar sus miedos y sus temores, les apoyamos en todo momento y esto hace que se sientan protegidos. Esta forma de trabajar se corre entre los amigos de clase y hace que cada año crezcamos más. Antes de comenzar los partidos nuestra capitana grita: “¿Quiénes somos?” Y las demás contestas: “Somos familia”. Este es el secreto, somos una gran familia”. La familia Claret por encima de todo.
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