David Atienza
Mañana los XXIV Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid, con la última jornada del presente mes, darán a sus participantes y seguidores un par de semanas de respiro que les servirán para reponerse del esfuerzo realizado y así afrontar con la máxima fuerza posible la recta final de la temporada. Quedarán dos citas más, los días 18 y 25 de mayo, y entre ese período se podrá disfrutar de las festividades del Día Internacional del Trabajo, el de la Comunidad de Madrid, felicitar a todas las madres y acudir a la pradera de San Isidro a disfrutar de la verbena y de las rosquillas del Santo.
Pero antes de tanto espacio lúdico, los protagonistas de esta decimoséptima jornada deberán cumplir con sus obligaciones deportivas. En esta ocasión todos ellos son chicos cadetes de fútbol sala derivados al segundo grupo de consolación, por lo que ambos encuentros van a estar muy interrelacionados.
A las 10:15 horas, los integrantes de Nuestra Señora de Loreto (PV) “B” acuden a la Avenida de Alfonso XIII, 127, necesitados de la victoria para continuar con posibilidades de seguir soñando con adentrarse en uno de los tres primeros puestos. Para ello deberán superar a Corazonistas, enclavados en el noveno lugar, y quienes desplegarán su mejor estrategia, igual que hicieran los habitantes madrileños ante el pueblo francés, para evitar la derrota y ofrecer de paso un regalo anticipado a sus madres.
De lo que aquí ocurra estarán muy pendientes en la C/Camarena, 57, ya que a las 12 horas terceros y quintos se ven las caras distanciándose en tan solo un punto y estando en el medio de ambos los de Príncipe de Vergara. San Juan García deseará que del mismo modo que cuentan que San Isidro hizo manar el agua del pozo en el que cayó su hijo y que le elevó hacia la superficie, surjan los goles a su favor que les empujen hacia un posible liderato si tanto Maristas Chamberí como Padre Piquer “B” no puntúan en sus respectivos enfrentamientos. Siempre ante el permiso de Nuestra Señora de la Consolación “A”, que cruzará Madrid de norte a suroeste para reivindicar su derecho a llevarse el triunfo y mantenerse vivo con la esperanza de adentrarse en el podio de este segundo grupo si sus compañeros de Alfonso XII les echan una mano.
En la cancha