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¡Vikingos en la costa¡. Un ejemplar modo de navegar por el mundo

¡Vikingos en la costa¡. Un ejemplar modo de navegar por el mundo
Javier Noriega el

Hasta el próximo 28 de septiembre, en el Museo Marítimo de Barcelona podemos disfrutar una sobre vikingos. Sin lugar a dudas esta gente, nuestros amigos nórdicos, están de moda. En esta ocasión han venido a Barcelona para quedarse apenas un mes y medio. Si paseas  por las inmediaciones del  Museo Marítimo de Barcelona, hasta el 28 de Septiembre podrás viajar a través del tiempo a una cultura muy diferente a la que estamos acostumbrados por estas latitudes mediterráneas.  A través de las diferentes piezas expuestas, nos sumergiremos en esta cultura del norte de Europa que este año ha ido “viento en popa y a toda vela”.

 

Y es que esta muestra, junto a la reciente visita en el Museo Británico de la magnífica exposición temporal “Vikings, life and legend”, nos sirve de excusa para acercarnos detalladamente a sus raíces en espejo de navegantes.  Unas raíces que en este caso se adentran en las profundidades marinas y que tienen como principal protagonista a sus barcos.

Exposición Vikingos. Hasta el 28 de Septiembre en El Museu Maritim de Barcelona.

En lo arqueológico, lo nórdico, ocupado un lugar privilegiado en la puesta en escena a nivel mundial este año, con la exposición de su cultura en algunos de los museos más visitados del mundo. Lo dicho, están de moda y los hacen estar de moda. En el caso de la arqueología, sus resultados se dan tras un trabajo duro y continuado en lo referente investigación histórica, intervención arqueológica, puesta en valor, publicación y musealización durante decenios. El resultado; una nube de puntos de diferentes yacimientos arqueológicos , que se reparten entre una tupida red de museos y réplicas a lo largo y lo ancho de los diferentes países escandinavos. The Vikings, actúa como embajadores “culturales” de cara a sus propios ciudadanos, para brindarles el conocimiento de su cultura. Una vez sus escolares y sus ciudadanos conocen bien las raíces marítimas de sus respectivos países, de ahí van a exponer al resto del mundo. Exponen su legado en los principales museos y allí donde entienden pueden explicar su historia. Una historia y un pasado del que se sienten orgullosos porque el desarrollo del mismo les han hecho ser lo que son. Célebre fue la reconstrucción de la réplica de la nave vikinga de Gokstad, que se  trasnportó a la exposición Universal de Chicago, allá por 1893. Ya desde entonces, sus entidades culturales tenían claro sus raíces y sus significados.

  

Réplica dl barco Vikingo de Gokstad en la feria Internacional de Chicago de 1983.
Billete de cinco yuan que lleva la efigie del drakkard vikingo en su dorso. Museo Británico.

El Drakkard. Su barco,el gran símbolo que les une a lo largo del báltico. Una imagen que aparece de forma recurrente a lo largo del periodo vikingo y que expresa el carácter esencialmente marítimo de los ancestros de lo que hoy conocemos como Dinamarca, Noruega y Suecia será el principal protagonista hoy en espejo de navegantes.  Sus instituciones culturales públicas se sirven de él como tarjeta de visita. Si paseas por sus ciudades, no es difícil encontrarse con ellos, especialmente en las riberas de sus ríos o en las dársenas portuarias. Mientras vas andando por los adoquines de sus históricas ciudades no es difícil maravillarse de lejos con el perfil bajo de sus barcos y sus maderas oscuras. Son inconfundibles. Incluso navegando en torno al Big Ben para hacer la campaña de marketing de turno es posible encontrarse un drakkard. La sonrisa de los rubicundos pobladores escandinavos viajan en sus naves de antaño; no es que estén de moda. Les hacen estar de moda. No solamente la serie de TV  “Vikingos” y son sólo una ficción. En el caso de la historia y su divulgación, con su puesta en escena, es una realidad.  Los vikingos en la actualidad siguen despertando admiración e interés con algo tan trepidante como es la cultura, como así han demostrado en recientes cómics, libros, series televisivas y películas sobre este pueblo, que tiene a sus aventuras marinas y al barco como principal protagonista.

Recreación histórica de nave Vikinga subiendo el Támesis. Detalle frente al Big Ben y el parlamento Inglés. “Mostrando una cultura”.

Detalle mas caron de proa de nave vikinga. Anverso de una moneda de 20 Kr Noruegas.

Para reconstruir, imaginar, pensar e imaginarse como era esta cultura… ¿Qué mejor que sus barcos?. Para los vikingos, el mar era un camino, no una barrera, lo que les permitió crear una cultura basada en el movimiento, más que en la construcción de grandes ciudades. El mar y sus barcos les llevaron en su momento a Reino Unido, Islandia, Canadá, España, Turquía, Rusia, Turkmenistan y Afganistán. Sus barcos navegaban bien por el frío Atlántico, el helado Mar del Norte, el cálido Mediterráneo y por los ríos del centro y el este de Europa. Y sus resultados de investigación nos hablan de eso. De una cultura experta en transporte marítimo, que aprovechaba esa costa angosta y llena de fiordos, que le permitían llegar hasta su interior. Drakkar  estrechos, ligeros y con un casco de poco calado diseñado para una navegación rápida y fácil en aguas pocos profundas. Lo suficientemente ligero como para también poder ser transportado fácilmente por río. Hasta Sevilla llegaron parte de sus vestigios. Que se lo pregunten sino a las obras del metro de la capital hispalense que parece dieron a la luz parte de los mismos. En plena tierra andaluza ha sido posible encontrar sus maderas. Están por todos lados.Ya por aquel 844 pusieron proa a ciudades desconocidas. Y allí que se plantaron. En medio del Guadalquivir, tras haber intentado saquear Asturias, galicia y Lisboa, le tocó el turno a Sevilla y Cádiz

Nave vikinga de Oseberg

 

Muchas de las excavaciones nos hablan de naves con dos extremos iguales, que le permiten invertir la dirección sin tener que dar la vuelta. Esto proporcionaba una gran ventaja en un mar lleno de trampas, icebergs ymares desconocidos. Cuando se hacen asiduos a las razzias de diferentes ciudades europeas (hasta Roma y Sevilla no se salvó de sus  intentos de saqueos), esta maniobralidad y poco calado de sus naves, les vendrá a las mil maravillas para remontar ríos y acercarse con sus guerreros y naves hasta las ciudades de la vieja europa. Sus invasiones podían durar años. Redujeron Londres a escombros dos veces. Con sus barcos de poco calado, navegaron Sena arriba y asediaron París desde el agua. Sus conquistas les llevaron desde tierras escandinavas hasta las islas Feroe, Islandia, Groenlandia y Canadá por el oeste; hasta el Mediterráneo, Marruecos, la Córdoba musulmana y el califato de Bagdad por el sur; y a navegar los cauces fluviales que partían del Báltico, del Caspio y del Mar Negro por el Este. Bajo buenas condiciones meteorológicas, un barco vikingo podia alcanzar los 15 nudos (28 km/h), fácilmente. Es un lujo ver cortar el agua desde su baja borda. Una maravilla.  Es una de las conclusiones que nos lega estudiar arqueológicamente sus naves. Con las mismas tuvieron en vilo a media Europa. Es el impacto de sus legendarias incursiones las que dejaron grabados en legajos y viejas historias. Pero no sólo las fuentes literarias, o el famoso tapiz de bayeux nos relatan con detalle aquel pasado. Para el regocijo de los arqueólogos, sus excavaciones, procedentes de una red de yacimientos de todos los países del Báltico, nos dibujan un mosaico colorido que dibujan notablemente la fisonomía de su principal protagonista. El apogeo de aquella era, entre finales del siglo VIII y principios del XI, está protagonizado por una mezcla de guerreros entregados al saqueo y a la vez comerciantes de los productos de su botín, que incluye a seres humanos convertidos en esclavos. Expediciones de exploración, comercio e incursiones oportunistas de ciudades, pueblos y asentamientos costeros.  Al principio, sólo unos pocos barcos iban en las expediciones, pero la flota fue aumentando gradualmente hasta alcanzar el centenar de barcos que navegaban a Inglaterra, Escocia, Francia e Irlanda. Tuvo que ser impresionante esa fotografía de más de un centenar de barcos.

Detalle de la flota de invasión. Tapiz de bayeux. 1070 d.C. Lana y lino. Musee de la tapiserrie de Bayeaux.

“Viking ships”, encierra de manera magistral y de una forma sencilla los resultados del trabajo y de la investigación sobre los barcos vikingos hasta la actualidad. Nos retrata perfectamente ese circulo virtuoso de la arqueológica al servicio público. Su arquitectura naval, los equipos de las universidades y los arqueólogos que lo investigaron. Sus resultados. Los museos en los que están expuestos, las publicaciones en las que aparecen. En síntesis, un manual básico para los que gusten de los barcos de la antigüedad. Son escasos los manuales de arqueología que nos detallen en forma de guía, todos estos hitos. Básicamente porque se trata de una cadena de decenios de años precupados por su legado marítimo Entre otras cuestiones porque exige de mucha analogía, de comparación. De intervencions.  Y ello es debido a una razón bien sencilla. La red, esa nube de puntos numerosas de yacimientos arqueológicos sobre naves vikingas, en el caso escandinavo es numerosa y fértil. La tradición ya existente, en lo referente a estudios por parte de los países nórdicos y suscentros de investigación, dejan al investigador e historiador un paquete global completo para publicar con suficientes resultados y garantías acerca de su pasado. Sin lugar a dudas se trata de un trabajo histórico, dotado de sentido y dirección, que les permite exponer su cultura en mayúsculas y sin tapujos. Ofrecer sus resultados de investigación a la educación y la docencia en los colegios y en las Universidades de Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega e Islandia preferentemente. No solamente arribando en la ribera del Támesis con unos pocos actores disfrazados de vikingos en la cubierta de un pequeño drakkard. En sus culturas la mar es algo muy cercano. Ya sea en el club de botes en donde pueden disfrutar junto a la familia de un estupendo paseo por el litoral. En la biblioteca de su municipio. En la docencia de su colegio por pequeño  grande que sea. O en sus grandes museos estatales, nave de referencia de la cultura de su país. Que se lo digan al Wasa Museum de Estocolmo. Con su ejemplo, dinamiza toda la política en materia de divulgación, investigación y puesta en valor de su historia marítima o arqueológica. Que se lo digan sino a Lars Einarsson, director del Museo de Kalmar y a su red de voluntarios que trabajan sobre el legado marítimo desde hace años. O a Johan Rönnby, arqueólogo y profesor de la Universidad de Söderton (Suecia). Responsable del Instituto de Investigación Arqueológica Marítina (MARIS) en la misma institución. y director de diferentes intervenciones arqueológicas submarinas sobre el Mars. Sus palabras sobre los pecios enamoran. «Los arqueólogos marinos debemos ser humanistas. De nada le sirve a un científico trazar un mapa perfecto del fondo marino si de ahí no se deriva ninguna consecuencia que ataña a la vida de la gente. En cada buque hundido se esconden mil historias, no solo de reyes y naciones sino también de la gente corriente que los tripuló, y debemos ser capaces de verlas para poder transmitirlas». Conocedores de dichas palabras se dedican a investigarlas y ponerlas en valor.

Nube de puntos en Noruega, sobre diferentes yacimientos arqueológicos exclusivamente del siglo XIII.

 

The Vikings in Britain and Ireland life and legend. Gareth Williams, Jaine Garrott, Stephen Harrison.

Los resultados por separado, y en conjunto de estas naciones bálticas, podrían ser un magnífico ejemploy camino para la difusión y puesta en calor de otras culturas de “la mar”. Sin ir mas lejos, el de la propia cultura ibérica, que le debió nada más y nada menos a la historia de la humanidad, el ser el responsable del primer fenómeno globalizador de la historia en época moderna. A raíz del descubrimiento de América opr portugueses y Españoles. Ya sabemos que en España se vive de espaldas al mar. El barco, sus galeones, como instrumento y nexo de unión, como ocurría con los drakkards en la esfera báltica, fueron los protagonistas de una época. Dominaban la mar y por ende dominaron el mundo. Esa era la razón y lo decíamos al principio del artículo. La mar como nexo de unión. Al igual que las naves de los dragones en proa, los galeones dominaron durante siglos otra época. Así de sencillo. Para que podamos comprender el significado y el significante de este pequeño manual de título “Viking ships”, hagamos un sencillo paralelismo con nuestra cultura ibérica. Imaginemos que tuviésemos que  explicar desde el estudio arqueológico e histórico, la publicación y su musealización , (también porque no, el deabte en eso que llaman congresos) de ese fenómeno globalizador mundial que lleva a las monarquías hispánicas a tener naufragios por los siete mares del mundo durante siglos. Desde las Filipinas a Chile. Del Golfo de México a  Sevilla. Sus barcos fueron los protagonistas indiscutibles del descubrimiento del muevo mundo y su posterior desarrollo mantenienzo lazos culturas y económicos durante siglos. Publicar un libro que se denominase “naves hispanas”,  “barcos ibéricos”,  “galeones del descubrimiento” o como le queramos llamar, que contuviese en torno a 20 excavaciones completas sobre pecios no contaminados (por expolio o destrucción) sobre este tipo de barcos, nos podría llevar, si nos pusiésemos desde ya a la tarea;  (y con las expectativas más optimistas de futuro), al menos  30 años de trabajo. Si en “Viking ship” nos describen sus pecios, la construcción y evolución naval, las naves tempranas, los barcos de guerra y las naves mercantes, ello se debe a muchos decenios de investigaciones. Nos remontábamos al inicio del presente post, al interés que ya mostraban a finales del siglo XIX. Cuanto se hecha de menos un manual así, basado en la arqueología, con la tipología de las naves de vela de época ibérica.  Cocas. Carabelas.Galeones. Carracas. Bergantines y fragatas. Todo ello está en el fondo marino a la espera de su estudio y con una tipología que va variando de manera muy compleja en relación a las inoovaciones tecnológicas que se iban desarrollando por aquellos siglos. Caunto estudio, cuanto por hacer,  pero volvamos a la exposición  sobre los vikingos. Ya nos podemos hacer una idea lo que custa en sentido, dirección, tiempo y estudio poder publicar un libro así. Sigamos con el interior de tan intesante manual.

The Viking Ship de Gareth Williams, British Museum exhibition. Libro de bolsillo que resume todo el trabajo realizado en materia de arqueología e museología en torno a las naves vikingas

Gareth Williams , nos describen detalladamente algunos de los principales hitos sobre su cultura marítima. Con la lectura atenta y descriptiva, también distraída en relación a  la exposición, podemos observar; como el nacimiento de estas culturas escandinavas, son lo que son gracias a ese culto a la mar y a sus naves. Ya lo advierte el autor en su prólogo, y en la brillante escenificación como curator en la exhibición Londinense. “The Viking ship is one of the most iconic images of the viking and the longship in particular has been central to our understanding of th viking age. The Vikings used their shipbuilding skills to comand the sea and their famous ship permitted the exploration, colonization and the raids for wich they are best know”. Esta claro,  la extraordinaria expansión hacia varios continentes, la colonización y exploración (que hispano es todo esto, cuanto nos recuerda a nuestro siglo XV y XVI, es que no se puede remediar su paralelismo ) se sustentó en sus grandes habilidades en la construcción naval. Y así, mientras uno ojea el libro ( recomendable antes de entrar en la exposición, para estar así mejor ilustrado ante lo que se nos exponía)  y  tras atravesar la célebre cúpula de Norman Foster que tanta claridad da al hall del British, entramos en la sala Sainsbury. Allí, en plena sala temporal se encontraba expuesto el barco vikingo más largo encontrado hasta la fecha. Todo un Museo Nacional de Arqueología con un discurso marítimo como titular de cabecera. Bajo una luz fría,  gracias a una estilizada reconstrucción metálica, teníamos rendido a nuestros pies uno de los más representativos barcos vikingos de la época, el denominado Roskilde 6.

 

 

Exposición de diferentes espadas y hachas vikingas

 

Palnimetría de los pecios de Roskilde

Excavando barcos, para a posteriori, mostrar barcos por todo el mundo. Montada sobre una estructura de acero inoxidable, uno podía ver perfectamente  la forma y tamaño original de la nave. Las maderas han sido conservadas y analizadas por el Museo Nacional de Dinamarca junto al Museo Estatal de Berlín. Ambos, apoyados por un sólido partner financiero como es BP, los cuales han sido los principales artífices de la creación y el desarrollo de la exposición. Y así. Integrado el barco en la columna vertebral de su explicación cultural, van desfilando cultura, economía y personas  a través de las vitrinas de la exposición temporal; “Vikings; life and legend”. Pero no sólo el British es la punta de lanza de este discurso cultural.  A lo largo y ancho de la geografía Europea del Báltico, una serie de investigaciones y conclusiones unen a personas , museos y culturas mediante la explicación de sus nexo en común. La mar.  De nuevo el curator de la exposición nos lega una maravillosa explicación.  Para el señor Gareth Williams, los restos arqueológicos ” nos muestran la evidencia y reflejan tres sistemas de creencias – el cristianismo, el islam y el culto de Thor – y siete idiomas”. Nada más y nada menos que siete idiomas. En palabras  posteriores del director del Museo , Neil MacGregor;  “el mundo vikingo ahora se sabe que se ha ampliado. De  Dublín a Kiev, del Ulster a Samarcanda.”

The vikings. Todo para explicar quienes fueron, los responsables de la hegemonía cultural y económica de buena parte de la edad media en aquella esfera del mundo.Pero no sólo es el British Museum y su director los que se hacen eco de una exposición singular. En realidad, la trascendencia de la cultura vikinga surge en el enorme respeto y amor por su historia. Inteligente sensibilidad que los llevan a realizar un “circulo virtuoso” de la cultura en base al barco. De ahí al museo y al ciudadano. Y para ese propósito, nos encontramos con toda una red de museos que nos facilitan dicha visión de la importancia que significa el estudio y la investigación. También su puesta en valor. Especialmente espectacular, y con con vistas sobre un fiordo, el Museo de Barcos Vikingos fue construido en 1969 especialmente para albergar los cinco barcos que en él se exhiben hoy en día. Museos en los que sorprende ver principalmente a familias y grupos de escolares a mansalva (en Suecia es raro el colegio que no conozca su Wasa Museum, al iual que en inglaterra a la répliac del Victiry de Nelson). En base esto la cultura vikinga se despliega, entre otros y principalmente en toda su extensión. Desde Suecia a Dublín. De Noruega a Dinamarca para terminar en Alemania. Toda su zona de influencia. Y de nuevo es inevitable, sobre todo al encontrarse casualmente en la mesa, junto a otros libros, pero fácilmente reconocible desde el escritotrio por su evocadora, el manual conmemorativo de la Exposición realizada recientemente en el Mueeo Naval y la Casa de América   “La exploración del pacífico. 500 años de historia”. Eso también es historia. Y sobre todo es territorio y siglos. Psoiblemente además en los que nos encontramos un buen número de descubrimientos.  Imagínense lo qeu supondría musealizar galeones en Florida, Azores o Filipinas. Fragatas en Montevideo o en San Luis. Bergantines en Cabo Verde o las Salomón. Eso seria explicar convenientemente una cultura, si además tenemos un centro de arqueología experimental en la Habana, para ver como se construían los barcos en sus astilleros (sin ir más lejos el desconocdo, lo digo por su paradero que aún se desconoce, Santísima Trinidad) o el tráfico comercial con un centro de interpretación en México, cuyas autoridades afortunadamente ya se encuentran investigando adecuadamente, la fabulosa historia del Juncal. Eso, junto al menos siete universidades de diferentes países investigando todas en cooperación la cultura ibérica. Pues bien, todo eso es lo que han realizado y en ocasiones de manera coordinada los siguientes museos y países escandinavos.

Catálogo de la exposición conmemorativa “La exploración del pacífico. 500 años de historia”. Museo naval de Madrid y Casa América. Ministerio de Defesa.

Museo del barco Vikingo (Oslo, Noruega). Allí nos encontramos musealizados  los barcos excavados de Gokstad, Tune y Oseberg. Dos de sus naves de referencia para el estudio de los barcos vikingos. En 1913 el profesor Gabriel Gustafson, director de la excavación de la nave de Oseberg, pide construir un museo para los tres buques en Bygdøy. Para los amantes de la arqueología clásica les sonará, tenemos un magnífico precedente en el museo de Pérgamo. En donde el museo se construye en torno a lo que consideremos es la obra de arte. En este caso el barco.  La originalidad de este museo, inaugurado en 1930, residía en el mismo concepto que el de Oslo. Un edificio que fue construido alrededor de las obras de arte que contenía.  El museo fue diseñado por el arquitecto Anstein Arneberg, un reconocido arquitecto noruego, cuyo Museo de los  barcos vikingos es una de sus principales obras. En la actualidad este museo no para de crecer, y doy fe que en el momento de su visita, con decenas de familias y chavales comiendo y hablando de barcos vikingos en las zonas de descanso públicas del exterior. Dado sus estadísticas y la importancia cultural que contiene, acaban de anunciar una ampliación del museo. Las nuevas instalaciones serán tres veces más grandes que el existente. Tampoco podemos olvidar en Noruega al Slottsfjellmuseum (Tonsberg, Noruega). Museo en el cual se expone la  reconstrucción funcional recientemente terminada de la nave de Oserberg.

El pecio de Oseberg es expuesto en una sala clara y diáfana. El barco como principal actor del museo.  La luz juega un papel muy importante, permite  al espectador poder observar de cerca y con detalle los detalles de la arquitectura naval de la joya de Oserberg.

 

Foto de detelle del Carro funerario de Oseberg. Al fondo, silueta del casco de la nave de Oseberg

 

Excavación de la nave de Oseberg. Su estudio, inició la senda de los posteriores estudios vikingos sobre la materia. Casi cien años de investigación y dedicación al barco. Al mundo marítimo.
Detalle de proa del barco de Oseberg.

Museo de los barcos Vikingos de Roskilde, Dinamarca.  Y de Noruega, viajamos a Dinamarca. Al fondo, o al inicio, depende de como se mire, del bello y largo fiordo de Roskilde, (que para algunos comienza en Hundested), tenemos la bella y tranquila ciudad de Roskilde, que da nombre a su museo. Un pequeño municipio, de casas bajas y setos cortados cercano a la capital danesa, (no habrá más de quince minutos en coche) y en un inmejorable lugar al fondo de su bahía.  En su interior se incluyen los barcos encontrados sumergidos en el fondo del propio fiordo. No tienen nada más que intervenir ante los pecios que se encuentran ante sus instalaciones , en aquella maravilloso fiordo y musealizarlos. Y eso hicieron. En el mismo nos encontramos con las cinco naves de Skuldelev. Barcos que fueron hundidos a propósito, alrededor del siglo XI, para que desde el fondo, sus cascos sirvieran de barrera para proteger a la ciudad de las naves invasoras. Fueron intervenidas y excavadas a principios de la década de los sesenta.  En 1969, ya estaba construido el museo para albergar a las mismas. Actualmente y guiado por la estructura de metal y las escasas maderas originales del barco, se expone el mayor de los barcos de guerra encontrados. El Skudelev II. Las instalaciones del museo fueron ampliadas en 1997. En sus practicas instalaciones, se dispone de un pequeño embarcadero se puede aprender arqueología experimental (siendo pioneros en esta materia prácticamente en toda Europa, en especial al enseñar a trabajar las maderas en el astillero) o dar un paseo por el fiordo a bordo de un práctico Drakkard. También te puedes disfrazar de un propio vikingo. A los niños pequeños pueden imaginar que sencillamente aquello les encanta. En Dinamarca, la impronta Vikinga también la encontramos musealizada en el Museo Vikingo de Labdy.  Otro punt0 de esa red de publicaciones, intervenciones arqueológicas y puesta en valor.

De nuevo otra excelente combinación entre arquitectura y barcos. En esta ocasión la musealización de los pecios de Roskilde, expuestos en su totalidad.
Diagrama de los pecios de Skuldelev. Roskilde.

 

Excavación de los pecios de Roskilde
Publicación de los barcos de Roskilde.

Goteborg City Museum (Museo de Goteborg. Suecia). Y de Dinamarca, en nuestro viaje, navegamos un poco más hacia Levante. A Suecia, allí también nos encontramos con un discurso que nos explican la impronta marítima de estos pueblos del norte. De nuevo nos tenemos que acercar hasta un entorno portuario y marítimo, para encontrarnos con un museo marítimo que nos hable de mar y de la propia ciudad. En esta ocasión en un inmejorable edificio que nos habla de estas historias. Se trata del antiguo almacén y oficinas que las oficinas de las Indias Orientales tenía en la marinera ciudad de Goteborg. Muy al uso. La reutilización de un edificio de uso industrial en época moderna, para la instalación  de un museo marítimo en la actualidad. En su interior, nos cuentan la historia de Gotemburgo, más de 12.000 años de historia. Y en lo referente a los barcos, la nave Äskekärr, un barco con inscripciones rúnicas, que es de ahí su singula importancia. Ya que estamos en una ciudad marinera por excelencia, no podemos dejar de disfrutar de su rada y puerto. Allí se exponen barcos. Se habla de barcos. En el “Maritiman” de Gotemburgo, podrá ver barcos históricos que han echado anclas, como el barco faro Fladen de 1915 y el submarino Nordkaperen de 1962. Y ya si finalmente si te atreves. Disfruta de la magnífica experiencia de navegar por las aguas de las Las islas de VrÃ¥ngö, Brännö, Styrsö, Vargö. Tienen un encanto especial.

Detalle de restos de maderamen del barco

 

Rada de Goteborg. Junto al Museo, es posible visitar ysus barcos en el centro marítimo.

 

Restos de cerámicas, platos y utensilios marineros en el mariitme museum of Gotheburg

Wikinger Museo Haithabu y archaelogisches Landesmuseum Schloss Gottorf (Schleswig, Alemania). Y de Suecia a Alemania. A la Europa continental. La zona de Slewig-Holstein ha sido una importante zona de influencia marítima y nórdica desde antaño. “Hedeby es una ciudad muy grande, al extremo final de los océanos del mundo”, escribe el cronista árabe Ibrahim ibn Ahmed , en el 965. Las costas de Slewig-Holstein, por aquellos tiempos, deberían parecer muy lejanas para un cronista medieval. Especialmente lejanas debió ser por su importante contraste cultural, que es lo que debió llamar la atención a Ibrahim. En torno a las  históricas murallas de nuestra ciudad de Hedeby se ha construido el Museo Arqueológico del Estado. Abrió en 1985, para convertirse en el  primer escaparate de Alemania para mostrar la versátil y emocionante cultura de los vikingos. En 24 años, más de cuatro millones de visitantes, lo que demuestran al museo de “Wikinher” como una de las instituciones culturales de mayor éxito en el norte de Alemania. En una concepción lúdica, el museo se sirve del patrimonio histórico y arqueológico, para acercar al ciudadano una fascinante cultura. La vikinga. La posibilidad incluso de intregrarte en unas casas de la época, cierra muy acertadamente el círculo de la arqueología experimental. En el interior del museo podremos contemplar los restos del gran buque de guerra excavado desde la zona del puerto de Hedeby.

Y en nuestro inmenso viaje por esa cultura marítima que une a todo el Báltico, punto por punto en esa tupida red de publicaciones, museos, excavaciones, centros de arqueología experimental para los visitantes, tampoco podemos olvidar las islas que también están bañadas, en su zona más septrentional, por el mar Báltico. Para terminar nuestro recorrido llegamos a las islas del Reino Unido. Allí también, a pesar de sus diferencias culturales, que luego se encargarían los sajones de dejar patente, la huella vikinga forma parte de sus ancestros históricos. Y como tal se dedican a musealizar y a exponer, el director del British precisamentes se hacia eco de un curioso “dscubrimiento vikingo” en Dorset. Uno que echaría al traste, al menos para los curiosos, el mito de la ferocidad de los vikingos.

Si queremos conocer las huellas de los vikingos en estas zonas septrentionales tendremos que acudir a; Museo Nacional de Irlanda. (Dublín, Irlanda). En la segunda sala del coqueto museo de Dublin nos encontramos con el espacio dedicado a los vikingos. Las primeras incursiones vikingas registradas  en Irlanda tuvieron lugar en el año 795 d.C., en las cuales se saquearon islas de la costa norte y oeste. Más tarde, las flotas vikingas aparecieron en los sistemas fluviales más importantes ,dejando sus huellas en la tierra irlandesa. Los objetivos principales de las campañas vikingas eran los monasterios, que suministraban botines y esclavos para las razzias de estos señores de la guerra. Pobres monjes.  Entre los objetos que se exhiben hay una replica de una embarcación pesquera vikinga, procedente de la sepultura de Gokstad. En Irlanda se han encontrado maderos pertenecientes a embarcaciones vikingas, así como esbozos de barcos en tablones, maquetas o barcos de juguete de madera y pesos pesqueros de plomo en forma de embarcación, que en el museo se exponen de manera muy acertada. Los enterramientos vikingos paganos del S. IX de Kilmainham y Islandbridge, Dublín, contenían las posesiones personales de los fallecidos. Los guerreros se enterraban con largas espadas mucho más largas de laa las espadas originarias de Irlanda,. Lo que llamaba la atención. La presencia de pesos, escalas, monederos, correas y martillos  sugieren que algunos muertos eran comerciantes y herreros. La vida cotidiana, a través de sus utensilios también es posible contemplarlo en tierras Irlandesas.

museo nacional de arqueología de Irlanda

Museo Nacional de Escocia (Edimburgo, Escocia)  Hasta aquí llega su estela .A finales del siglo noveno los vikingos llegaron a Escocia para atacar y en algunos casos, a tenor de los vestigios arqueológicos, tuvieron también que morir. El  Proyecto Ardnamurchan (que tiene el nombre de la bahía occidental) es un proyecto de investigación  arqueología que afecta a la península que le da nombre. Desde 2006 llevan cavando sitios en Swordle Bay en la costa norte.  Y allí se encuentran las universidades de Manchester y Leicester trabajando. Junto a ellos, el CFA-Arqueología y The Scotland archaelogy. Excavando cinco yacimientos de cinco períodos diferentes: Cladh Aindreis desde el Neolítico; el sitio de trabajo de los metales Edad de Hierro de Dun Mhurchaidh; el asentamiento del siglo 19 de Swordle Corrach, para terminar sorprendentemente con el descubrimiento de un barco,. Uno que formaba parte del entierro vikingo de lo que tuvo que ser un personaje ilustre. Como en las películas. En los cómics que hacen furor entre los televidentes o lectores de medio mundo. Aquel guerrero de Ardnamurdan murió joven y en tierra lejana. Posiblemente cerca de su espada. Este descubrimiento, adquiere una importancia notable ya que la  mayoría de las tumbas vikingas que se encuentran en Gran Bretaña, se encuentran en los cementerios, después de que los asaltantes  vikingos se hicieran sedentarios en las zonas donde desembarcasen unos años atrás. Inglaterra, y para terminar, también nos otorgará otro de los platos fuertes  del mito Vikingo.  Un grupo de vikingos son descubiertos e una manera inédita en torno a una carretera en Dorset. En el 2009. Para los técnicos de Oxford Archaelogy,  con David Score a la cabeza, aquello era  un notable descubrimiento para la historia de los vikingos y de Gran Bretaña. En la varienate de la carretera, nos encontramo con la macabra escena de varias decenas de esqueletos, con las cabezas decapitadas a un lado. Como se puede observar detenidamente en la fotografía.

Arqueológos trabajando sobre los esqueletos de los vikingos de Dorset
Excavación arqueológica de los vikingos de Dorset. Detalle de la decapitación de los mismos.

Aquellos restos nos demuestran que los vikingos posiblemente no eran invencibles. Es lo que también tiene la arqueología. Desmontan todo tipo de Mitos.  Como la mayeútica Socrática. Da luz mediante el discurso. Y para que exista discurso debe existir un método. Los vikingos y sus naciones nos han demostrado su interés por ese maravilloso, benigno y apasionante discurso y método de la historia y la arqueología. Llevan años exponiéndolo al mundo. “Tack upptäcka arvet frÃ¥n dina Viking förfäder. Tack för kärlek genom exempel och värdera kulturen.”

 

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