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Blogs La viga en el ojo por Fredy Massad

Hartos

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Fredy Massad el

Hace ya muchos años que vengo sosteniendo que la crisis de la arquitectura precedió considerablemente a la crisis económica. La arquitectura no sufre hoy sólo por la brutal recesión económica que afecta a todos los ámbitos, sino también por una severísima crisis de ideas, de objetivos y de madurez que ha desembocado en una gran crisis cultural, inescrupulosamente sustentada por todos los pícaros que han contribuido a la hegemonía de este capitalismo salvaje.

La crisis económica ha potenciado y a la vez desnudado, para quien quiere verlos, a santones y charlatanes. Sin embargo creo que si permitimos pasivamente seguir guiados por la inercia, esos santones y charlatanes dan por hecho que cuando esta crisis escampe por fin se reubicarán indudablemente en sus antiguos aposentos en actitud de ‘aquí no ha sucedido nada’. Y cada vez es más evidente que así no se puede ni se debe continuar. Que es necesario hacer una reflexión muy honda sobre qué estamos haciendo y qué hemos dejado que suceda.

Pero no confundamos: no creo que se trate de verlo como una cuestión generacional, ni tampoco de aplicar el ‘que se vayan todos’. Es obvio que no todo el mundo tiene los mismos grados de responsabilidad y hay que apartar o poner en cuarentena a quienes realmente se han beneficiado durante la burbuja y que hoy, travestidos, siguen beneficiándose durante esta crisis. Y esa reflexión en profundidad es necesaria para poder discernir responsablemente.

La publicación ayer en la página de facebook de Masters of Concrete de un intercambio de correos electrónicos entre un aspirante a realizar prácticas en el estudio de Alejandro Aravena /ELEMENTAL y un representante de este despacho informándole de las condiciones llevó a hablar (otra vez más) del bochornoso nivel de falta de respeto que ha acabado pululando entre las altas jerarquías de la profesión. Aludía a la vez la intuida trastienda de las figuras encumbradas como referentes. Pero la reacción ante ella sobre todo confirmó la latente fuerza de una toma de conciencia, cada vez más generalizada, de rechazo contra toda esa hegemonía.

Creo necesario advertir que, en estos tiempos,y aunque se difundan desde blogs totalmente confiables no puede nunca garantizarse tajantemente que este tipo de documentos sean auténticos. Esa correspondencia puede ser real o puede tratarse de una puesta en escena para las redes sociales. Sin embargo, sí creo que este tipo de  filtraciones están planteando constancia de situaciones que sabemos que se están produciendo en los despachos de una gran mayoría de tantos reverenciados personajes, afectados de megalomanía galopante y que se han encumbrado devastando la profesión.

Poner en la diana solamente a un personaje (aunque  necesario) debe prolongarse en poner en tela de juicio a la totalidad del contexto corrupto y putrefacto que ha aupado a tantos personajes en el pedestal. Las preguntas y atribución de responsabilidades deben recaer en quienes fabricaron estos productos: por un lado, los medios que en un momento en que el star-system se tambaleaba situaron a unos y a otros en las posiciones de privilegio en que aún están, con las mochilas más cargadas de oportunismo e hipocresía que de un bagaje que contribuyera a superar esta crisis. Por el otro, quienes mansamente han estado durante mucho tiempo prefiriendo creer en todo esto, reprochando y acusando a quienes ponían en duda la respetabilidad o verosimilitud de dichos productos. Muchos declararon la muerte de la crítica por conveniencia y no por convicción, y otros tantos transformaron el debate arquitectónico en una cuestión de hooliganismo.

Sea auténtico o ficticio,  ese documento difundido ayer habla de una situación entre la profesión que todos sabemos que es real y que durante mucho tiempo se ha intentado silenciar. El interés y reacciones de enfurecimiento y hartazgo que ha suscitado entre muchos arquitectos la publicación de estos documentos (recalco, que no sé si son o no auténticos; aunque, permítanme: si non é vero é ben trovato) me llevan a pensar que realmente ya hay una situación de saturación respecto a estos personajes y el establishment que los sostiene que es irreversible.

Pero insisto: no nos confundamos y lo tomemos como una mera necesidad de recambio sino la necesidad de resolver un problema cultural que ha entregado la total hegemonía de la arquitectura a un modelo destructivo (y que atañe a todas las generaciones de hoy). Que las vendas por fin parezcan estar cayendo y se esté perdiendo el temor a denunciar la podredumbre de todo el tinglado es un primer paso absolutamente necesario para que las cosas comiencen a levantarse desde otras bases. Resistamos en este hartazgo ante tantos despropósitos celebrados como estrellas, triunfos, pritzkers

Imagen: Fotograma de Maps to the stars de David Cronenberg, 2014.

Crítica
Fredy Massad el

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