Raúl Castillo el 02 abr, 2016 Dice mi amigo Juan Colon, CEO del bróker Darwinex.com, uno de los proyectos más interesantes que existen ahora en el mundo del trading para inversores retailers, que no existen grandes diferencias entre la forma de operar de un trader minorista y uno que trabaja para Goldman Sachs, la única diferencia es el capital para aguantar las posiciones perdedoras, después de una mala operación con un erróneo apalancamiento. Y no le falta razón: unos tienen colchón para aguantar sus torpezas, otros no. No hay más que mirar la batalla que se está librando por la cotización del Yuan para cerciorarse de que traders torpes los hay también en las grandes corporaciones y en los hegde funds de la alta alcurnia financiera. La devaluación de la divisa China que se produjo hace nueve meses supuso que los grandes fondos de cobertura se lanzaran en tromba a tomar posiciones cortas sobre el reminbi, apostado por más caídas. Sin embargo, la resistencia del yuan ha convertido muchas de estas apuestas en perdedoras. Más de 562 millones de dólares invertidos en opciones bajistas, que esperaban obtener réditos si el USD/CNY si el par subía por encima de los 6,6 dólares han expirado sin valor alguno. Otros 807 millones de opciones bajistas se extinguirán en dos meses. El Gobierno Chino ha demostrado ser un adversario más fuerte de lo que muchos traders anticiparon. Los responsables políticos han recurrido a medidas extremas para apuntalar el yuan (el aumento gradual de la intervención, medidas drásticas contra la salida de capitales y una campaña de declaraciones a favor de la fortaleza del reminbi para restaurar la confianza en la moneda). Los “osos” se enfrentan ahora a una difícil elección: abandonar sus trades o aguantar el tipo en una apuesta que puede convertirse en desastrosa para los bajistas. Después de tantas herramientas de análisis técnico y cuantitativo, y de los informes de sus departamentos de análisis macroeconómico, los grandes fondos tenían la solución en la, vieja y abandonada en los planes de estudio, Epistemología. Si entre tanto examen para el CFTE, el CFA, el CAIA y tanto buscar “hanging man” en las velas japonesas, hubieran tenido tiempo para leer al filósofo escocés del siglo XVIII, David Hume, y su teoría de la causalidad como pura costumbre, hubieran sido plenamente conscientes de que la causalidad se fundamenta en que, por hábito, atribuimos al curso de los acontecimientos un orden temporal lineal y esperamos que un acontecimiento en el futuro ocurra igual que ocurrió uno similar en el pasado. Jamás podremos afirmar que un hecho en el futuro se producirá tal y como se produjo anteriormente. Al final, la aceptación el principio de causalidad y de la uniformidad de la naturaleza no es más que un hecho moral, una creencia, que escapa del ámbito de la teoría del conocimiento. Algún avezado trader dirá que yo estoy recomendando que los profesionales del trading usen teorías del siglo XVIII de abstrusas materias en lugar de afiladas técnicas cuantitativas de alto vuelo para hacer trading, cuando lo único que estoy diciendo es que las soluciones a determinados problemas a los que se enfrenta un inversor, muchas veces, están en lo genérico, en lo que forma parte de la naturaleza humana, en lugar de las herramientas técnicas cuyo éxito es más que dudoso. Es decir, una visión global y de sentido común, aporta, muchas veces más, que los lugares comunes de una técnica de dudosa validación científica, muy común en los mercados financieros. Acostumbrados a rememorar el Romancero de “Grandes Héroes del trading y viendo la situación de congoja que atraviesa el Gobierno Chino para mantener su economía a flote, es muy fácil asociar (habito y costumbre) en el imaginario colectivo de los inversores esta situación con la que el Gobierno británico vivió en 1992, cuando George Soros consiguió tumbar la cotización de la libra y sacarla del sistema de monetario europeo. Soros hizo hincar la rodilla al Banco de Inglaterra y al Gobierno Británico, que cometió el error de meter a la libra en el mecanismo tipos de cambio europeo fijando su cotización en una banda de fluctuación que tenia al Marco alemán como referencia, apostando contra la libra. De nada sirvieron las subidas de tipo del Gobierno de hasta el 15 por 100 para mantener la cotización la divisa británica, que cayó, a mediados de septiembre de 1992, un 25 por 100 frente al dólar, mientras el Hegde Fund de Soros se embolsaba 7000 millones de dólares. Si a esto le unimos, las películas de reciente estreno que distorsionan la imagen del mundo de los mercados financieros, en la que se presenta a gente muy preparada y con una gran trayectoria en Wall Street, como unos frikis que apostaron, poco menos que con una hoja de Excel, contra las titulizaciones hipotecarias hechas por los grandes bancos de inversión de las hipotecas “subprime” a través de derivados financieros y ganaron la “gran apuesta”, pues está hecho el caldo, por aquello de la asociación de ideas y el habito de la causalidad de asociar cosas contiguas como si fueran a darse necesariamente, para pensar que ir contra el Gobierno Chino en la devaluación de un activo financiero, en este caso la divisa china, es pan comido. Apostar contra la moneda china se convirtió en un trade tan popular entre los Fondos de Cobertura este año que el famoso inversor Bill Gross, que tampoco debió leer a Hume en su bachillerato, lo comparó precisamente con el ataque especulativo a la libra en 1992. Sin embargo, el gobierno Chino ha sido contundente suspendiendo las cuotas de inversión de ciudadanos chinos en el extranjero y restringiendo el uso de tarjetas de débito de los ciudadanos chinos en el exterior, limitando así la salida de capitales. El Gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, dice que el yuan ha vuelto a una tendencia “normal, racional y guiada por datos fundamentales y no por la especulación”. Algunos bajistas están aguantando las posiciones. Adam Rodman, gestor de Segra Capital Management, fondo que compro opciones bajistas en Noviembre, se aferra a las apuestas contra el yuan y espera que la moneda se debilite en los próximos 18 meses, pero no todo el mundo lo ve claro. Roy Teo, estratega senior en Singapur del banco holandés ABN Ambro, dice que quien espere una nueva devaluación del renminbi será decepcionado. Las autoridades chinas se han comprometido a mantener la estabilidad de la moneda y está abriendo el mercado de bonos e inversiones al capital extranjero para lo que ya han conseguido colar la divisa en la cesta de divisas del FMI. Las reservas de divisas extranjeras de China son casi tres veces las de cualquier otro país, con lo que la potencia de fuego del Gobierno asiático es grande. Que se anden con cuidado los bajistas! Y recuerden: cuando acaben con “Applied Equity Analysis and Portfolio Management” de Weigand, échenle un ojillo al “Tratado de la naturaleza humana” de Hume, el capítulo de la causalidad, aunque sea por desengrasar… Otros temas Comentarios Raúl Castillo el 02 abr, 2016
Las “Repos” fallidas de la FED de New York desatan las dudas sobre la liquidez de dolares de algunos bancos americanos
El dolar destroza a las divisas emergentes: el Peso Argentino y la Lira Turca, principales victimas de la apreciación del “Greenback”
Primeras victimas de la guerra comercial de Trump: el Yen y el Dolar Canadiense, pero en distinto sentido