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Blogs Ventana al cerebro por Cátedra en Neurociencia

El humo de los incendios forestales provoca inflamación en el cerebro

Produce una respuesta inflamatoria en el hipocampo, una región del cerebro fundamental para la memoria

Cátedra en Neurocienciael

Por Ruth Blanco Gallego, Alumna del máster en Neurociencia de la UAM

El humo de los incendios forestales provoca una inflamación que afecta una región cerebral esencial para los procesos de aprendizaje y la memoria, el hipocampo, alterando los neurotransmisores y las moléculas de señalización, según estudio llevado a cabo en ratones por investigadores de la Universidad de Nuevo México (Estados unidos), publicado en el Journal of Neuroinflammation’.

El hipocampo: clave en el aprendizaje y la memoria. A pesar de su pequeño tamaño, el hipocampo tiene numerosas funciones cruciales para el ser humano. La función más reconocida es su rol en el aprendizaje y la memoria. Numerosas investigaciones demuestran que el hipocampo recibe y consolida información. También juega un papel en la memoria espacial, permitiéndonos recordar dónde están las cosas y cómo se relacionan entre sí. Imagen: hipocampo de ratón

El trabajo, dirigido por David Scieszka, muestra que la inhalación de humo provoca además de los cambios mencionados en el metabolismo de las neuronas del hipocampo,  una respuesta inflamatoria caracterizada por la activación de microglía, un tipo de célula del cerebro con función de defensa inmunitaria. Y estos efectos llegaban a mantenerse hasta 28 días, bastante más de lo esperado por los investigadores.

Durante la investigación, los roedores fueron expuestos al humo producido por quemar madera cada dos días durante dos semanas. “Estábamos tratando de averiguar si lo que observamos en la naturaleza podría al menos ser parcialmente comprendido en el laboratorio”, aclaraba Scieszka.

La respuesta inflamatoria se produce por la entrada de partículas diminutas que forman parte del humo. A través de los pulmones son trasportadas al sistema circulatorio y llegan hasta el cerebro. “La mayoría de las personas no aprecian que hay un resultado neurológico a partir de estas partículas. Se piensa en los pulmones y tal vez en el sistema cardiovascular, pero pasar al ámbito de la cognición, la memoria y el estado de ánimo, eso es un fenómeno muy diferente”, resalta el autor principal de la investigación, Matthew Campen.

Lisa Miller, inmunóloga de la Universidad de California en Estados Unidos, que estudia los efectos a largo plazo de la exposición al humo de los incendios forestales en primates no humanos, advierte que las partículas de humo pueden dañar las neuronas tanto directamente, por la acumulación de radicales libres (moléculas nocivas), como indirectamente, al desencadenar una respuesta inmunitaria. En concreto en su estudio vieron que la exposición en las primeras etapas de la vida al humo de los incendios forestales produce cambios a largo plazo en la metilación de los genes, denominados cambios epigenéticos, que afectan a los sistemas nervioso e inmunológico.

Los incendios forestales producen un aumento de la contaminación del aire y son una fuente importante de emisiones de monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y contaminación por partículas, como explicó Carmen Hernando Lara, ingeniera de montes y vicedirectora del Centro de investigación Forestal INIA-CSIC, en una Jornada sobre incendios forestales, organizadas por el CSIC. Como confirma un estudio publicado en Lancet Planet Health, dirigido por Kai Chen, el incremento de estos gases y partículas contaminantes del humo está altamente relacionado con el aumento de afección de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Según datos de la NASA cada año arden por término medio un 3% de la superficie terrestre (La superficie total de la Tierra es de 510.072.000 km2, de los cuales 70,8% es agua y el 29,2% restante es tierra). Sólo en el año 2022 el daño en Europa ha sido de 800.000 hectáreas.

En vista de que los incendios forestales se están volviendo más frecuentes y extensos es importante que las personas comprendan los riesgos para la salud que implica el humo de los incendios forestales, recordaba un artículo publicado en el Canadian Medical Association Journal  .”A medida que el cambio climático provoca incendios forestales más frecuentes y graves, el humo de los incendios forestales se convierte en un problema de salud más grave”, advierte el Dr. Mehdi Aloosh, profesor adjunto de Métodos de investigación en salud, evidencia e impacto de la Universidad McMaster, y director médico de salud del condado de Windsor-Essex, en Ontario. “Las comunidades deben ser conscientes y estar preparadas para reducir los efectos nocivos del humo de los incendios forestales en la salud, y los profesionales de la salud desempeñan un papel crucial en este esfuerzo”.

El artículo recuerda que la exposición al humo de los incendios forestales está relacionada con consecuencias negativas para la salud , incluidas afecciones respiratorias, como asma, y ​​problemas cardíacos. Además, el humo de los incendios forestales puede ser más tóxico que otros tipos de contaminación del aire . Las partículas finas del humo de los incendios forestales pueden viajar más de 1000 km, entrar en el organismo y generar radicales libres y causar inflamación en los órganos del cuerpo, incluido el cerebro.

El estudio recuerda que el Índice de Calidad del Aire y Salud (AQHI, por sus siglas en inglés), que proporcionan los móviles, es una herramienta útil para conocer el riesgo de humo de los incendios forestales . La escala AQHI mide la calidad del aire en una escala de 1 a 10, y un nivel superior a 7 indica que las personas en riesgo, incluidas aquellas con enfermedades respiratorias y crónicas, adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, deben minimizar el tiempo que pasan al aire libre realizando actividades extenuantes.

 

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