Vuelve el mito

Setenta y dos días han pasado desde su lesión en un dedo. Setenta y dos noches pensando en los catorce partidos perdidos. Setenta y dos jornadas reflexionando sobre los trece encuentros (Adán jugó uno) aprovechados por Diego López para hacerse con la titularidad. Casillas retorna a una convocatoria con el reto de tener que ganarse de nuevo el puesto. No le pilla de sorpresa. Lo ha visto venir desde que el guardameta gallego, viejo compañero en el bienio 2005-07,  triunfó en el Camp Nou (1-3 en la Copa ) y en Old Trafford (1-2 en la Champions). Cada parada del lucense era un grado de dificultad más para el regreso de Íker al once.

Mourinho ha dicho que el cancerbero fichado en enero será titular mientras mantenga este nivel. Se enfrenta a un mito. Íker está considerado el mejor portero del mundo y esa valoración trasciende a los entrenamientos. El técnico está en contra de las mitificaciones y afirma que jugará el que mejor se encuentre. Hoy, Diego López rinde mejor que nadie. Rápido de reflejos, seguro bajo palos, dando órdenes a sus compañeros. Frente al Levante vivirá una situación especial. El público coreará el nombre de Íker cuando escuche que forma parte de la lista y ocupa plaza de banquillo. No será una crítica al responsable del equipo, sino una demostración de cariño a un mito nacido en 2002, cuando salvó la Copa de Europa con despejes a dos pies y a dos manos.

Diego López tendrá que saber convivir con ese mito. Tendrá que saber jugar y brillar con un icono senado en el banco. Nadie ha pensado en lo que está soportando el gallego. Nadie se ha detenido a pensar en su familia. Los elogios a los mitos menosprecian siempre al resto de los humanos. Pero el guardameta titular ha demostrado paciencia y serenidad. No ha hablado del asunto. Calla y juega, como dice Karanka. Hoy deberá comprender que los aplausos para Casillas no serán un desdoro para él o para Mourinho. Pero algunos sí utilizarán esa demostración de apoyo a Íker como una respuesta a Mourinho y a Diego.

El propio Casillas es consciente de lo difícil que debe ser para Diego López vivir en esta diatriba. El mito frente al mejor portero de los humanos. Dirigir este órdago es complicado para Mourinho, por la reacción externa. Es curioso, los suplentes del Madrid juegan a tan excelente nivel que sientan a los titulares y generan un problema. Marcelo, Pepe y Casillas lo han visto en sus carnes. Coentrao, Varane y Diego López tomaron esos testigos y lo hicieron bien. No hay razón para sentarles. Menudo problema. El soñado. Para Mourinho no es ningún litigio. Quiere once Diego López para meter presión a los presuntos titulares. El mito sabe que deberá trabajar como los humanoides para volver a su puesto. Él se quita el papel de mito. Quiere retornar a las alineaciones con los pies en el suelo. Nunca los perdió. Tampoco Diego López. Son dos grandes hombres y un destino.