Mientras Jorge Lorenzo afirma que Valentino debe recapacitar y reconocer la justicia de su sanción por echar de la pista a Márquez en Malasia, el italiano ha retirado su recurso en el TAS porque sabía que perdería, pero mantiene la tensión para esconder su actuación antideportiva y calentar el ambiente ante el Mundial 2016.
Lorenzo sabe que su compañero de equipo, que no compañero real, continuará calentando la situación. Porque le interesa. Es el más viejo de los favoritos al título y en condiciones normales perderá ante el talento sobrenatural de Márquez y la sabiduría del mallorquín. Necesitará continuar con su guerra psicológica y de confrontación para alcanzar el éxito bajo el lema que los ingleses han aplicado históricamente en sus colonias: divide y vencerá. ha intentado enfrentar a los dos españoles y repetirá ese discurso. Jorge Lorenzo ya ha dicho que Rossi fue castigado con justicia, pero que Márquez no debió entrar al trapo y responder.
Por ahí se empieza para lograr ese antagonismo entre los dos españoles. Cuidado, Jorge y Marc, que Rossi sabe la opinión del balear y profundizará en la herida. Cualquier día soltará que Lorenzo ya ha reconocido que Márquez respondió como no debía. Sabe el diablo más por viejo que por diablo.
Los dos españoles sí han manifestado que esperan que todo se tranquilice. Márquez ha tendido su mano, pero Valentino no. Es su táctica. Lorenzo afirma que ya hablará con Rossi, pero el italiano no ha dicho nunca que quiera hablar con los dos españoles. Quiere una guerra de fricción a lo largo de la próxima temporada, porque en ese ámbito es el mejor. Le interesa. Sabe vivir en estado de confrontación. Lo genera él. Ese clima de guerra lo pagaron Gibernau, Biaggi, Stoner y hasta el propio Jorge, aunque el español supo contestarle con bemoles dentro y fuera de la pista. Con Lorenzo hemos topado, se dijo Valentino desde 2008. Es el único que le ha parado los pies. Y la moto.
Otros temas Tomás González-Martínel