Siempre ha sido así. Utiliza todas las argucias para picar, enojar y poner tensos a los rivales. No ha comenzado el Mundial, observa que Márquez y su nuevo compañero, Viñales, corren más que él y ha cargado contra el favorito, Marc, sin dejar de poner psicológicamente en duda a Maverick: “En la última carrera de 2015, en Valencia, sufrí una gran decepción”, señala Rossi. “Ocurrieron cosas que no deberían suceder, una vergüenza para el deporte”, estalló. Se refiere a una presunta ayuda de Márquez a Jorge para ganar aquel Mundial. “He luchado contra rivales duros y diferentes, desde Biaggi hasta Stoner, pero nadie hasta ahora se había comportado como Márquez. Nunca había tenido que correr también contra un piloto que estaba fuera de la lucha por el título. Márquez es falso, al menos Lorenzo va de cara”.
Las manifestaciones del viejo campeón ítalo quieren caldear el ambiente cuando el campeonato no ha empezado. Ya le conocemos. Solo ataca a quien le puede vencer. Ahora, Lorenzo no puede ganar el título con la Ducati, lo reconoce, y Valentino le coloca en consideración personal por delante de los otros dos campeones españoles. ¿Si Jorge continuara en Yamaha diría lo mismo de él?. Seguro que no. Todo lo relativiza a sus intereses. Ataca al gran candidato, Márquez, y deja a Maverick, su colega en Yamaha, que ya corre más rápido que él, en el alero: “Veremos como soporta la presión. A las personas se las conoce bajo presión”. Es otra andanada contra Marc.
Las cosas son muy claras. Valentino sabe que Márquez y Maverick están por encima de él y busca la guerra para ver si consigue que uno o los dos la acusen y se precipiten sobre el asfalto. A Márquez le sucedió en 2015 y la corona la ganó Lorenzo. El viejo campeonísimo usa la estrategia del divide y vencerás que tantos siglos de poder le dio a Inglaterra. Es tan pérfido como la vieja Albion. Cuestión de vejez. Menos mal que los tres españoles conocen bien al sujeto. Y su predicado. Y no conjugan su dialéctica. Al revés, pasan de ella. Porque saben que es una táctica. Que no piensa realmente así. Rossi es un espectáculo del Mundial y su show nace con sus declaraciones. Así lleva veinte años, desde 1996.