El Mundial vivirá en Cheste, dentro de diez días, un Gran Premio de Valencia histórico del motociclismo. Márquez y Lorenzo se jugarán el título con 13 puntos de ventaja para el ilerdense. Y otros tres españoles, en Moto3, dirimirán la tercera corona del campeonato con cinco puntos de diferencia máxima entre el trío de candidatos: Rins, Viñales y Salom. Las dos carreras, la gran cita, serán inolvidables. Como aquel Gran Premio de Valencia de 2006, cuando Hayden birló el título a Rossi por una caída del italiano.
La verdad es que Marc y Jorge se merecen el entorchado. Márquez, por triunfar en su primer año de novato. Si es campeón se transformará en el número uno más joven de la historia del Mundial, que nació en 1949. Lorenzo, por ser el mejor piloto con una moto que no es Honda. La Yamaha no llega al nivel de la máquina de HRC y tiene mucho mérito que el bicampeón mundial de MotoGP, con el título vigente todavía tras vencer en 2013, pueda ser el ganador también esta temporada.
Pedrosa será juez y no sabemos si parte de esta lucha en la prueba decisiva. A Dani le han molestado actitudes de Marc. Está de acuerdo con Lorenzo en el exceso de agresividad del ilerdense, que debió ser sancionado. Será un observador de una pelea que dejará un campeón y dos ganadores, porque el subcampeón de la presente campaña nunca será un derrotado.
Si el número uno lo conquista “MM93”, Lorenzo habrá sido un gran adversario, majestuoso, con una calidad y una sabiduría admirables. Y si el balear mantiene ese número uno, Márquez se habrá erigido en el segundo debutante más importante de la historia del Mundial. No podemos decir que gane el mejor, porque los dos son los mejores.
Otros temas Tomás González-Martínel