Lección aprendida. Después de dos coronas mundiales que rompieron todos los récords del motociclismo, tras ser el debutante más espectacular de la historia de este deporte, Márquez sabe que en 2016 deberá correr de otra manera si quiere obtener el triplete de MotoGP. No siempre se puede salir a ganar y solo luchar por la victoria. Esa táctica le salió bien durante dos años. Ahora, contra dos Yamahas mejoradas técnicamente, a manos de dos campeones como Valentino y Lorenzo, se ha topado con la cruda realidad. A veces hay que saber subir al podio y no arriesgarse a una caída, a un cero, por querer vencer a dos rivales de la alcurnia de Rossi y de Jorge. Debe respetarlos. Ellos también saben triunfar. Lo ha aprendido con dureza. Cuatro ceros por querer superarles. Choque con Valentino por detrás en Árgentina. Resbalón total en Montmeló por querer seguir a Lorenzo. En total, cuatro carreras perdidas por los suelos. Y el título, tirado por la borda. No siempre se puede ganar cada carrera. Asumido. Eso espera Alzamora.
La próxima temporada, Marc correrá con esa sabiduría. O así se lo están haciendo ver. El ilerdense es hoy el mejor cualitativamente. Pero cuando el enemigo está mejor, por moto, porque el circuito es el que le gusta o porque ese día ha salido con el aura de ganador, hay que saber ser segundo o tercero. Así corre Jorge. Y ha conquistado dos coronas mundiales, en 2010 y en 2012. Ahora, el mallorquín, se dispone a conseguir el tercer entorchado, en dura lucha con Rossi, una pelea que será incruenta en Misano este fin de semana. Acaban de comenzar los entrenamientos libres y la presión de los dos se notaba ya en el día previo, con las declaraciones.
Marc observa a los dos toros rievales desde la barrera. Tiene claro que si no hubiera arriesgado tanto en esas cuatro carreras hoy sumaría setenta u ochenta puntos más y sería el favorito al trono. Es duro aceptar tus errores. La próxima temporada, deberá saber correr con su magia de número uno y también con la inteligencia de sumar puntos. Con la pausa mental de su compatriota Lorenzo. Es su asignatura pendiente. Hay que copiar de los demás campeones sus virtudes. Tú eres el mejor, el mago de la moto. Pero cuando los adversarios también muestran su calidad, hay que saber ser terrenal, descender a la realidad. El título mundial se conquista con ocho carreras de magia y diez de guardar la ropa. ¿Lección aprendida?
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