Es el mejor piloto de la última generación. Está predestinado a convertirse en el futuro Valentino. Tiene ese poder que solo disfrutan los grandes. Marc Márquez (Cervera, 1993) ha tomado el bastión de Rossi.
Es el nuevo ídolo de aficionados de todo el mundo. El niño está consiguiendo en dos años lo que el italiano labró en lustros: todos los amantes del motociclismo van con él. El seguidor de este deporte, extranjero o español, es de Pedrosa, de Lorenzo, de Bautista, de Stoner… y de MM. Su genialidad y su simpatía ha calado.
Es una estrella que supera el mero éxito en la pista. Tiene imán. Por eso mismo, Repsol y Honda deben reflexionar si es bueno que el chaval permanezca el año que viene en Moto2, como se ha planificado inicialmente. Se encuentra a seis puntos de conquistar la corona en el año de su debut en esta segunda división. Hace diez meses celebró el cetro de 125. Es una figura el motociclismo.
Y los mejores deben competir entre ellos. Se ha ganado ya la opción de pelear al lado de Casey, de Dani, de Jorge y de Valentino. Todos saben que en poco tiempo también enseñará su clase en la cilindrada reina. Lorenzo lo definió: “Nos jubilará a todos”.
deportes Tomás González-Martínel