Marc Coma y Carlos Sainz son los dos mejores pilotos de raids de nuestra historia. El catalán suma tres “dakares” en nueve años subido sobre una moto. El madrileño fue campeón de coches el año pasado, tercero en la presente edición y se adjudicó en dos ocasiones el Mundial.
Disfrutémoslos, porque no será fácil que contemos con otros dos campeones en estas especialidades. Miren lo que sucedió en el Mundial de coches cuando Carlos lo dejó. Se quedó como un solar. Ahora celebramos el tercer éxito de Marc sobre dos ruedas y el montañero de Aviá desvela uno de sus secretos: “Soy buen amigo de Carlos Sainz desde hace años. He aprendido cosas de él. Especialmente su mentalidad ganadora. Su enorme ambición por vencer”. Es bonito que un campeón diga eso de otro campeón. Carlos acaba de adjudicarse siete etapas en Argentina y Chile y finalmente ha sido tercero en la general, por culpa de un error de navegación en “el día aciago” que todos sufren en cada prueba.
El año pasado “solo” ganó tres etapas y se llevó la corona. Así es este deporte. Marc aprendió de Carlos la misma virtud que los pilotos españoles de MotoGP intentaron copiar de Rossi: su ansiedad de triunfo. Ver a un emperador de la velocidad luchar por la victoria como si fuera un debutante dejó históricamente boquiabiertos a Fonsi, a Pedrosa, a Lorenzo, a Elías. A todos. Y quisieron ser como él. Jorge lo ha conseguido. Dani está en ello.
Esa es la grandeza de los ganadores: son enfermos del éxito. Valentino ya ha comenzado a competir mediáticamente en 2012 y el Mundial de motos no ha empezado. Su táctica victimista -“este año serán favoritos Stoner y Jorge, mi lesión es mucho más grave de lo esperado”- no se la cree nadie. Al final correrá como siempre, aunque le duela el alma.
deportes Tomás González-Martínel