Es una piloto portentosa. La “Valentino Rossi” histórica del trial. Verla saltar con su cabra “Montesa” es una delicia. Su técnica y su fuerza dan envidia a los hombres. Campeona del mundo en diez ocasiones, ganadora del Europeo en nueve oportunidades, Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 25 años) afrontará el próximo mes de enero el más difícil todavía: disputará el Rally Dakar de Argentina-Chile a lomos de una Honda 450 c.c. Su director será el hombre más experimentado del raid más famoso del universo: Jordi Arcarons, el hombre con el que triunfaron Nani Roma y Marc Coma.
Su objetivo en el primer intento será acabar el Dakar, una prueba donde los grandes campeones se juegan la vida en cada curva, en cada roca tendida en el suelo, en cada “hierba-camello” que esconde un agujero infernal. Laia realizó una exhibición en Sitges que dejó anonadados a quienes no conocen lo que supone dirigir una máquina sobre nueve mil kilómetros de tierra, desierto y piedras. Hasta ahora, solo hay una española que acabó este raid: la alicantina Amparo Ausina, en 2005. Para la joven catalana, que lucirá el dorsal 44, su mayor problema ha sido familiarizarse con la navegación, una aportación técnica que nunca había probado. Es difícil. Pilotar y leer al mismo tiempo el libro de ruta agobia incluso a los mejores campeones. La otra gran noticia del reto es que su escudero en carrera, el hombre que correrá tras ella para ayudarla técnicamente, será el propio Jordi Arcarons, que a los 47 años reaparecerá en el rally que le hizo famoso, ocho años después de su retirada. Arcarons participó en el Dakar en quince ocasiones sobre una moto y en una oportunidad en coches. (2003). Logró 30 victorias de etapa, acabó cuatro veces segundo y dos tercero. Formarán una dupla única.