Ha pasado un año de espera. No disputó la edición anterior porque no tenía un coche capacitado para ganar. Ahora, el Buggy le ha dado solvencia. Confía en esta mecánica para intentar de nuevo el último sueño. Carlos Sainz regresa al terreno donde se siente más a gusto. Ha recibido un buggy con un nuevo diseño, creado especialmente para este rally, que se disputa por tierras americanas. Le convenció el potencial del coche por las zonas peligrosas, con piedras y baches, que pueden derrotar a cualquier mecánica. Luchará por obtener su segunda victoria, tras el éxito de 2010. Su gran rival será Al-Attiyah, otro artista de las dunas. Los dos competirán con el mismo coche, que funciona bien en carretera, en duna y en piedra. Ellos serán enemigos de sí mismos. Carlos ha vuelto. El mundo del rally renace.
deportes Tomás González-Martínel